Si aún no has hecho de la meditación una práctica regular de la disciplina de yoga, aquí hay más razones para intentarlo.
Un estudio al respecto postuló cuatro razones fundamentales para incluir la meditación dentro de tu práctica de yoga, que van desde mejorar tu vida sexual hasta lograr una promoción en tu trabajo. La meditación te ayuda a concentrarte, a reducir el estrés y la ansiedad, a dormir mucho mejor y a aliviar el dolor. Conoce más sobre estas razones
1. Mejora la vida sexual. Una investigación reciente sobre terapia sexual y matrimonial encontró que las mujeres que meditan tienen una mejor función sexual y mayor deseo, en comparación con mujeres que no meditan. Meditar con tu pareja te invita a una experiencia física y emocional en la cual exploras el espacio sagrado del cuerpo, la respiración y la mente, lo cual muy probablemente mejore la intimidad entre ambos.
2. Evitas un estado de ánimo irritable. Cuando tu estado de ánimo gravita hacia lo negativo, puedes llegar a sentir que es imposible salirte de ese loop. La meditación te permite aprender que estos sucesos emocionales son momentáneos y te da la opción de que la próxima vez que algo o alguien presione "esos botones delicados" puedas observar antes que reaccionar. Aprendes a restablecerte y regresar a tu centro, en vez de explotar o sentirte aún peor.
3. Ayuda a integrar y aceptar el fracaso. Cuando las cosas no funcionan de la manera en que habías planeado, puedes llegar a sentir que cometiste uno o varios errores y te culpas por la posibilidad de haber podido hacer las cosas de diferente forma. Este pensamiento negativo agrava la situación, en lugar de aliviarla. La meditación te ayuda a evitar juzgar las cosas como buenas o malas y a mirar el "fracaso" como una oportunidad para abrirte a nuevas posibilidades o caminos para tu vida.
4. Puede ayudarte a negociar un trabajo o salario. Para cultivar la actitud correcta antes de comenzar una negociación, intenta una meditación de visualización previa a entrar a una reunión, ya sea una llamada de teléfono, correo electrónico o reunión presencial, en la cual expresarás lo que crees que te mereces. Empieza por ponerte en los zapatos de la otra persona y trata de comprender su fuerza motivadora y perspectiva. Después, ten muy claro lo que quieres y mantén una actitud de apertura hacia la posibilidad de que haya un resultado de ganar-ganar. La meditación visual contribuye a que aumente tu capacidad de sentarte en la mesa como la mejor versión de ti, a pesar de los nervios o la presión.
Fuentes