Para muchas personas, levantarse por las mañanas es uno de los momentos más difíciles del día. Pero sin importar si eres un ave madrugadora o un búho nocturno, puedes aplicar ciertas rutinas rápidas para iniciar tus días con más energía y de mejor humor.
Así que en lugar de posponer tu alarma una y otra vez o revisar tus redes sociales antes de salir de la cama, dedica los primeros minutos de tus mañana para realizar estas seis rutinas o algunas de ellas, y verás cómo tu perspectiva de cada jornada se vuelve más positiva.
Aunque pienses que es muy reconfortante quedarte 10 minutos más en la cama, cada vez que pospones la alarma y vuelves a dormir o dormitar, tu cuerpo se confunde y se altera el ritmo circadiano de tu organismo (el que regula los ciclos del cuerpo, como los de vigilia y sueño), lo cual puede perjudicar tu salud y tu humor.
Entonces, en lugar de presionar el botón de "posponer alarma", intenta beber un vaso de agua simple para hidratarte y terminar de despertar. Para que sea más fácil, deja el vaso con agua en tu buró desde la noche anterior, así no tendrás pretextos para no hacerlo.
Si sueles despertar estresado, deja a un lado esta emoción que afecta tu bienestar físico, mental y emocional al iniciar el día con una práctica de atención plena o mindfulness.
Para ello puedes hacer una breve meditación o un ejercicio de respiración. Uno de los más sencillos y efectivos para relajarte es el llamado "4-7-8", que surge de la práctica de yoga pranayama.
Para realizarla, sigue estos pasos:
Independientemente de cuál sea tu sueño o el objetivo que tengas para ese día, la mañana es el momento de enfocar tu energía en lo que deseas lograr. Para hacer esto, las afirmaciones pueden ayudar.
Piensa en las metas que quieres alcanzar, formula una frase positiva enfocada en ese logro y repítela durante 1 minuto antes de levantarte. Por ejemplo: "Me esfuerzo mucho en mis entrenamientos y lograré terminar exitosamente ese maratón", o "Soy bueno en mi trabajo y lideraré a mi equipo para ser los mejores del mes". Mientras repites la frase, visualízate en el momento de lograr lo que dices, siéntelo como si sucediera en ese instante: emociónate y conecta con la energía de ese objetivo alcanzado.
En competencias importantes, como los Juegos Olímpicos, los atletas profesionales que se enfocan principalmente en el entrenamiento con visualización mental suelen tener más éxito que aquellos que se basan sólo en el entrenamiento físico.
Retoma esta práctica y convierte en un hábito diario la visualización de los eventos clave en tu día. Piensa cómo sería el día ideal, qué te gustaría hacer e imagínate que todo sale tal cual lo quieres. Esto ayuda a estimular tu cerebro en las mismas zonas que cuando realmente consigues eso que imaginas. Básicamente, te hace más propenso a tener éxito y al mismo tiempo le agrega claridad y tranquilidad a tu día.
Aunque muchas veces se recomienda hacer una lista de gratitud por las noches, también puedes hacer de éste un hábito matutino que te ayudará a iniciar tu día con un mejor humor, al hacer conscientes aquellas cosas por las que te sientes afortunado.
Así que coloca una libreta y una pluma en tu mesita de noche y al despertar, dedica 1 minuto para escribir tres cosas por las que estás agradecido. Verás cómo tu perspectiva cambia para mejor y puedes iniciar tu día más feliz.
No tienen que ser cosas ostentosas ni sorprendentes, sino que puedes agregar detalles tan simples y a la vez relevantes como tener la compañía de tu mascota, las flores que te regala tu jardín, esa persona que te encuentras diario en tu camino y siempre te regala un saludo amable… en fin, todo aquello que te haga sonreír y sentir ese calorcito especial en el alma.
Aunque parezca contradictorio por el esfuerzo y el gasto energético que implica ponerte en movimiento, iniciar el día con una rutina de ejercicio te ayuda a llenarte de energía, tener un mejor ánimo y salir de casa con ganas de comerte el mundo.
Y aunque lo ideal es que hagas actividad física durante al menos 30 minutos, si la falta de tiempo se ha vuelto un impedimento para activarte, puedes llevar a cabo una ráfaga rápida de ejercicio, como una serie de sentadillas, abdominales, lagartijas o desplantes; 1 minuto de salto de cuerda o de plancha; o si tu casa es de dos pisos, sube y baja las escaleras rápidamente durante 1 minuto. Encuentra la combinación de ejercicios que mejor vaya contigo y arma tu rutina semanal.
Empieza a llevar a cabo todas o algunas de estas rutinas y verás cómo en unos días te conviertes en una persona más productiva, con más energía, con un mejor ánimo y más feliz, sin importar cuánto odies las mañanas.