Alcanzar el bienestar integral significa lograr un equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. El ejercicio, los buenos hábitos alimenticios y la meditación nos ayudan a nutrir tanto el cuerpo como el espíritu, pero, ¿y la mente? Te dejamos siete hábitos básicos que debes incorporar para cuidar tu higiene mental.
1. No temas al cambio. Una mente sana no se aferra a su pasado y siempre está dispuesta a aprender y a experimentar. Entrégate a las nuevas oportunidades sin reticencia y aprovéchalas para aprender y crecer.
2. No te autocompadezcas. Nada es más inútil que pasarse la vida lamentándose por todo lo que haces o has hecho mal. Si optas por la autoconmiseración perderás la oportunidad de aprender de tus errores.
3. Suelta la rienda. Admite que hay situaciones que no puedes controlar y deja de luchar contra ellas. Admite el flujo de las cosas y fluye con ellas. Hay cosas que están en tus manos y cosas que no, aprende a distinguirlas y no desgastes tu energía en las segundas.
4. No puedes quedar bien con todo el mundo. Tratar de complacer a todos los que nos rodean sólamente nos genera estrés y preocupaciones extras que no necesitamos, la única persona que tiene que estar de acuerdo contigo eres tú mismo.
5. Procura pasar tiempo contigo mismo. La compañía es genial pero si necesitas estar acompañado todo el tiempo es señal de que algo no está bien. Trata de pasar momentos a solas y en silencio, aprende a escucharte y a convivir contigo.
6. Aprende a fracasar. El fracaso no tiene porque ser humillante ni vergonzoso. Aprender a fracasar significa no permitir que un contratiempo nos deprima, al contrario, nos permita evaluarnos y valorarnos. Cualquiera puede encontrar dignidad en los triunfos pero sólo las mentes más fuertes logran hallarla en los fracasos.
7. Escucha las críticas pero no te cases con ellas. La gente tiene opiniones y no dudará en emitirlas. Una crítica puede ayudarte a ver aspectos de ti que no habías notado, pero ten mucho cuidado con permitir que otros te descalifiquen. Hay que saber cuándo escuchar y cuándo dejar de hacerlo.
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