El término “ansiedad” es usado de manera general para describir una serie de alteraciones que incluyen nerviosismo, miedo, aprehensión y preocupación. Los cuales afectan tanto nuestros sentimientos como nuestra conducta y pueden manifestarse en síntomas físicos que tienen un fuerte impacto en la vida diaria de las personas. Es normal sentir miedo o preocupación cuando enfrentamos retos, un examen, una competencia, una entrevista. Pero la ansiedad se considera como tal cuando los síntomas interfieren con la habilidad de una persona de mantener una vida funcional, cumplir con sus proyectos o habilidades o incluso conciliar el sueño. En términos generales la ansiedad ocurre cuando la reacción está fuera de proporción de los parámetros que usualmente se considerarían apropiados a una situación. También se pueden llegar a experimentar síntomas de ansiedad a pesar de no sufrir de un trastorno crónico de ansiedad.
La vida de quienes sufren de ansiedad se ve trastornada y es necesario combatir los estigmas alrededor de este padecimiento, ya que en realidad puede hacer algo por quienes tiene este padecimiento es la empatía. Además es importante no subestimarlos pues la ansiedad es considerada un factor que incrementa el riesgo de suicidio, discapacidad y una mala calidad de vida. Por eso es importante no sumar nuestros prejuicios a la carga de quienes experimentan ansiedad y lo mejor que podemos hacer en este sentido es mantenernos informados. Una investigación de la Universidad de Cambridge revisó 48 estudios sobre la prevalencia de ansiedad en el mundo y fue capaz de descubrir qué culturas, géneros o grupos de edad tienen mayor riesgo de presentar trastornos de ansiedad. Estos son 9 datos que este análisis reveló.
1. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de ser afectadas por la ansiedad que los hombres.
Las mujeres tienen más probabilidades de ser afectadas por este trastorno que los hombres. El radio de diferencia es de 1.9 a 1 y esta resultó consistente a través del tiempo. Además se manifestó tanto en los países desarrollados como aquellos en vías de desarrollo.
2. Los jóvenes son más susceptibles.
Independientemente la cultura los menores de 35 años tenían mayores probabilidades de sufrir ansiedad que los mayores. La única excepción dentro de los países estudiados fue Paquistán donde las personas con mayores índices de ansiedad son los de mediana edad.
3. La adicción a los opiáceos está relacionada con un incremento en la ansiedad.
A nivel global los estudios señalaban que la presencia de síntomas de ansiedad en quienes abusan de los opiáceos iba del 2% al 67%. Sólo el 29% era diagnosticado.
4. Las personas con adicción al juego y al internet tienen más probabilidades de sufrir ansiedad.
Apostar de manera patológica o tener una adicción al internet son otras dos conductas relacionadas con el incremento de los niveles de ansiedad. A nivel mundial 37% de los ludópatas sufren desórdenes de este tipo. Por otro lado los estudios sobre adicción al internet, predominantemente realizados en los países asiáticos, descubrieron que la prevalencia de ansiedad es el doble en las personas con una adicción el internet cuando se comparaba su conducta con la de los grupos de control.
5. Con frecuencia la ansiedad se presenta en presencia de otras enfermedades neurológicas.
Las personas con esquizofrenia, trastorno bipolar y esclerosis múltiple tienen mayores probabilidades de sufrir un desorden de ansiedad. En Europa del 13 al 28% con un trastorno bipolar también sufren ansiedad. A nivel mundial 12% de las personas con esquizofrenia también han sido diagnosticadas con un trastorno obsesivo compulsivo. Finalmente casi 32% de las personas con esclerosis múltiples, una condición neurológica, tienen un desorden de ansiedad.
6. Enfermedades que aparentemente no tienen relación con la ansiedad pueden estarla causando.
Quieren padecen enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias, diabetes y otras condiciones crónicas tienen mayores probabilidades de sufrir ansiedad. Además la pareja de quienes han batallado con el cáncer durante largos periodos de tiempo también tiene un 40% de probabilidades de desarrollar ansiedad.
7. La ansiedad también puede presentarse en personas con una enfermedad crónica a pesar de que esta no ponga su vida directamente en riesgo.
Las personas con diabetes son más susceptibles a desórdenes de ansiedad o sus síntomas en comparación con los grupos de control. Este efecto se incrementaba aún más en las mujeres que presentaban 55% de ansiedad, mientras que los hombres sólo presentaban un 33%.
8. Un evento traumático del pasado podría causar altos niveles de ansiedad.
Quienes sufren un trama también suelen experimentar estas alteraciones. Varios estudios realizados con veteranos ingleses y estadounidenses que habían pasado por amputaciones encontraron que de un cuarto a más de la mitad de ellos sufrían ansiedad. A nivel global las personas con un historial de abuso sexual también presentan altos niveles de ansiedad.
9. Los grupos vulnerables socialmente también son más susceptibles a sufrir de ansiedad.
En los países occidentales las lesbianas, los homosexuales y los bisexuales sufren de niveles de ansiedad por encima de lo considerado normal y esto se acentúa en las mujeres. Por otro lado los síntomas de ansiedad también son más comunes en la tercera edad, en especial en quienes sufren la pérdida de funciones cognitivas. Además aquellos a cargo de su cuidado también experimentaban altos niveles de ansiedad.
¿Padeces ansiedad o conoces a alguien con este transtorno? ¿Sabes qué puedes hacer si alguien cercano a ti tiene un ataque de ansiedad?
Con información de:“ Retando el mito de una epidemia de desórdenes mentales comunes: las tendencias en la prevalencia de ansiedad y depresión a nivel global de 1990 a 2010”.