Además de divertido y entretenido, escuchar música es benéfico para tu salud física y mental. Descubre algunos de sus beneficios y ponle ritmo a cada uno de tus días.

 

Te ayuda a relajarte

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Ohio, escuchar la música que más les gustaba, ayudó a reducir los niveles de estrés y ansiedad en alrededor del 30% de los pacientes internados en terapia intensiva. 

 

En otro estudio de la Universidad de Maryland, dirigido a pacientes con enfermedades del corazón, se encontró que la música reduce el ritmo cardiaco, la presión sanguínea y la ansiedad.

 

Además de las canciones favoritas, para propiciar la relajación es ideal que la música tenga un tempo de 60 a 80 pulsaciones por minuto, que es el equivalente al ritmo cardiaco normal en reposo. La mejor opción es la música clásica e instrumental con tonos graves, los cuales provocan ondas cerebrales bajas que propician la relajación. 

 

Así que la próxima vez que los pendientes y las preocupaciones te abrumen, ponle play a la lista de reproducción con tus canciones favoritas o escucha algunas melodías clásicas e instrumentales; puede que eso te ayude a tranquilizarte, despejar tu mente y encontrar más fácilmente las soluciones que necesitas.

 

Mejora tu concentración

Según un estudio de la Universidad de Northumbria en el Reino Unido, escuchar Las cuatro estaciones de Vivaldi puede aumentar el estado de alerta mental. Además, las piezas de Mozart, Beethoven, Chopin y Tchaikovsky ayudan al aprendizaje y la concentración.

 

De acuerdo con los expertos, escuchar este tipo de música es tan bueno como trabajar en silencio. Además, la música clásica te ayuda a desarrollar ideas y restablecer conexiones neuronales que te permiten enfocarte y mejorar los procesos de aprendizaje.

 

Para revitalizar el cerebro luego de un trabajo intelectual intenso, dale un descanso con cantos gregorianos, música con sonidos de la naturaleza o la música de Mozart para violín y cuarteto de cuerdas.

 

Lo que debes evitar si te quieres concentrar es la música con letra, ya que crea un conflicto entre la información que tratas de procesar y la información que escuchas en la canción.

Te ayuda a ser más resiliente ante las enfermedades

En estudios de musicoterapia para niños con cáncer, se encontró que los adolescentes con que padecían esta enfermedad y se unieron a una terapia musical mostraron un avance en sus habilidades cooperativas y mayor resilencia, en comparación con un grupo de pacientes que recibió audiolibros.

 

Los pacientes fueron sometidos a trasplantes de células madres y trabajaron con músicos terapeutas para escribir canciones y hacer videos. “Hacer videos les permite proyectar sus sentimientos hacia otro escenario”, explica Shawna Grissom, directora del hospital para niños de St. Jude. “Les otorga una sensación de control, un medio por el cual se pueden expresar”.

 

Se ha demostrado que escuchar música durante las cirugías alivia la ansiedad de los pacientes, además de que ayuda a reducir el uso de anestesia. Después de una cirugía, contribuye a aliviar el dolor. En general, escuchar música mientras se está hosìtalizado mejora los niveles de ansiedad y dolor, lo que se traduce en menos medicación.

 

Mejora tu rendimiento en el trabajo

Escuchar música en el trabajo te ayuda a completar las tareas más rápidamente, sobre todo cuando realizas labores repetitivas o que te pueden resultar monótonas, como revisar y responder correos o llenar formularios y documentos.

 

Un estudio también demostró que la eficiencia y precisión de los cirujanos mejoró en el quirófano cuando trabajaron mientras escuchaban la música de su preferencia. También se halló que la música alegre ayuda a los trabajadores a cooperar y tomar decisiones que contribuyen al bien de todos.

 

Aumenta tu creatividad

De acuerdo con un grupo investigadores de Australia, las personas se vuelven más creativas cuando escuchan música alegre y bailable, en comparación con aquellas que trabajan o realizan actividades creativas en silencio.

 

Puede ser porque la música mejora la flexibilidad del cerebro o porque te relaja y deja que la creatividad fluya. La única recomendación es escuchar la música en un volumen moderado para mantener la creatividad en su punto.

Te ayuda a combatir la tristeza y la depresión

Cuando escuchas música, tu cerebro libera dopamina, el mismo neurotransmisor que se libera cuando comes chocolate, tienes sexo o usas alguna sustancia estimulante, y que también está asociada con estar enamorado. 

 

Sólo de saber que viene la mejor parte de la canción se puede activar el flujo de dopamina, lo cual te provoca sensaciones placenteras, de alegría y bienestar.

 

Te hace sentir motivado y con más energía

Muchos deportistas gustan de realizar sus rutinas y entrenamientos al ritmo de la música. Esto se debe a que ésta te ayuda a mantenerte motivado y sentirte con más energía para dar tu mayor esfuerzo. La música te distrae de la incomodidad, el cansancio o el dolor y te motiva a seguir el ritmo.

 

Ese impuso de energía que sientes cuando escuchas tu canción de poder es real. Un estudio encontró que los jóvenes universitarios que hacían sentadillas mientras escuchaban su música preferida hicieron más y mejores repeticiones que aquellos que lo hicieron en silencio.

 

Te ayuda a dormir mejor

Escuchar música cuando es hora de ir a la cama te puede ayudar a dormirte más rápido, despertar menos durante la noche y sentirte más descansado por la mañana.

 

En un estudio hecho en Taiwán, un grupo de personas mayores con problemas para dormir escucharon 45 minutos de música suave y lenta antes de dormir y mostraron una mejoría en la duración del sueño y menos disfunción durante el día.