No queda duda de que las noticias actuales, las vivencias personales, el estado de las cosas en la sociedad, en el país, en el planeta, las preocupaciones cotidianas y los exigentes ritmos de vida que exige el mundo contemporáneo son los mayores causantes de estrés, mal humor y ansiedad en nuestros cuerpos y mentes. A veces la presión es tan grande que nos hace pensar que las tragedias son más, insalvables y avasallantes. Entonces la depresión y la tristeza no tardan en llegar, mermando nuestros ánimos y ocasionando a la larga serios problemas de salud y de carácter. No obstante, existen pequeñas y cotidianas acciones que te pueden ayudar a mantener el optimismo y buen humor de una manera sencilla y constructiva. Te damos algunas sugerencias:
1. Manda mensajes saludando a tus amigos, apenas te acuerdes de ellos. Mantenerte en contacto constante con tus amigos más queridos es un gran método para estar de buen humor a lo largo del día. La comunicación con las personas que quieres es muy importante, reconfortante y sin duda puede concretar planes, salidas al cine, a comer o a cenar, en los momentos más insospechados.
2. Mira una película nueva cada noche. Después de un largo y pesado día de trabajo, nada como apagar las luces y encender la pantalla para ver una película o un documental, ya sea en la televisión o por cualquier servicio en línea. Y si esto lo acompañas con una deliciosa y nutritiva cena, tendrás una combinación ganadora.
3. Compra o consigue un libro de algún tema que te llame la atención. No importa cuánto tiempo vayas a tardar en terminarlo, llévalo a todos lados y lee algunas líneas cada vez que puedas. Aprovechar los espacios libres (trayectos de un lugar a otro, nuestro paso por salas de espera o momentos antes de una cita) leyendo algo de interés será una forma de mantener la mente ocupada y relajada; además, podemos estar aprendiendo cosas que jamás imaginamos.
4. ¿Conociste a alguien por redes sociales que te cae bien y no lo has visto en persona? ¡Proponle tomar un café juntos! Es sumamente probable que conozcamos gente nueva y agradable en cualquier red social y que nunca hayamos visto en persona. Nada será mejor como proponer una charla en vivo y a todo color. Seguro nos encontraremos con alguien que comparte nuestros gustos e intereses. No perdemos nada con intentarlo y podemos ganar mucho.
5. Inscríbete a clases de aquello que has querido aprender y no has intentado. Si tienes el tiempo suficiente, la mejor manera de aprovecharlo sería aprendiendo algo que siempre hayas tenido inquietud de aprender. Puedes tomar un curso de cocina, de bordado, de pintura, clases de otro idioma, clases de box, excursiones en bicicleta, etc. De esto nunca te vas a arrepentir. Serán aprendizajes que te acompañarán el resto de tu vida.
6. Comienza a planear y ahorrar para un viaje que tengas muchas ganas de hacer, aunque sea a un lugar cercano pero todavía desconocido. Puede ser incluso de un fin de semana. El caso es salir de la ciudad, conocer nuevos lugares, respirar otros aires, mirar otras arquitecturas, platicar con gente distinta. Pocas cosas en la vida son más enriquecedoras que dejarse guiar por la intuición en un viaje por territorios emocionantes y desconocidos. La mejor experiencia podría estar esperando a unos pocos kilómetros.
7. Lleva un diario o bitácora. En momentos de tensión, te ayudará muchísimo escribir tus experiencias, emociones negativas o frustraciones para poder sacarlas de tu cuerpo gradualmente. El acto de escribir puede funcionar como una terapia que te servirá para organizar tus ideas y conocer más a detalle la forma en la que tu mente trabaja. Hay veces en que no nos damos cuenta de lo que estamos sintiendo hasta que lo verbalizamos. Nadie necesita leer tu diario, es sólo para que tú te conozcas.
8. Dedica días enteros a no hacer nada. Hay que bajarse del ritmo incesante del trabajo y la rutina de vez en cuando y dedicar 1 día a la semana a hacer absolutamente nada. Tener tiempo para pensar, meditar, relajarse sin presiones. Estos espacios de introspección y saludable ocio son muy necesarios, nos ayudan a aclarar la mente y a permitirle al cuerpo descansar de los estímulos que el mundo contemporáneo nos deja caer encima a toda hora.