El útero es la manifestación material, en forma de órgano, de un importantísimo centro de poder femenino. Sus funciones fisiológicas son fundamentales, pues es gracias a él que las mujeres pueden gestar y preservar la vida y, por supuesto, una vez que es extirpado, casi siempre por alguna complicación de salud, esto se vuelve imposible. Sin embargo, el duelo por perder el útero físicamente es más sencillo de sobrellevar que la inquietud sobre qué ocurrirá con tu energía femenina y tu centro de poder si te han extirpado dicho órgano. Respira: no es tan grave como parece.

Aquí, algunos puntos a considerar si estás pasando por ese trance:

• La presencia material del útero en el cuerpo de cada mujer tiene un ciclo; a veces la acompaña a lo largo de toda su vida, a veces tiene que irse antes. Esto es normal.
• Que tu útero ya no se encuentre físicamente dentro de tu organismo, no significa que su energía haya desaparecido o haya sido igualmente extirpada.
• La energía de tu útero, como fuerza sanadora y creativa, sigue presente en tu cuerpo, más allá de la presencia física del órgano.
• Esa energía sigue siendo poderosa y esencial en ti, sólo que ya no se encuentra contenida en la misma vasija que antes.
• La energía que tu útero se llevó con él es negativa: rencores, dolores emocionales, traumas que impedían tu crecimiento y de los que ahora eres libre.

De acuerdo a las tradiciones del tantrismo, el chakra de tu pelvis -Svadhisthana- se ubica en la base del plexo sacro y es el encargado de  movilizar la energía creadora por todo tu cuerpo aunque ya no permanezca materialmente unido a tu útero. La maravillosa energía femenina, su poder sagrado y su fuerza proveniente de la sabiduría milenaria de tus ancestras, sigue alojada en ti.