Hay etapas en la vida en las que sentimos que todo sale mal. Podemos sentir que nuestras relaciones personales son negativas o que no estamos contentos con lo que hacemos todos los días. También podemos sentir que perdemos los objetos o que se nos caen las cosas de las manos. ¿Te ha pasado esto antes? ¿Sabes por qué sucede?
Atención plena
A veces perdemos objetos o generamos malas rachas alrededor de nosotros por el simple hecho de no mantener una atención plena en todo lo que hacemos.
¿Cómo solucionarlo?
Observa con compasión y conciencia dónde se encuentra tu mente en un momento determinado. Verás que si prestas atención a lo que haces y lo que dices, las cosas saldrán bien. Para este punto es importante recordar las enseñanzas del mindfulness, que puedes consultar aquí.
Conciencia de las emociones
Quizá esa sensación de que todo va mal en tu vida tiene más que ver con una conciencia de las emociones insuficiente. Por ejemplo, tal vez estás triste o enojado por algo que sucedió y que no has terminado de identificar, lo que te hace pensar que todo está mal.
¿Cómo solucionarlo?
Dedica un momento del día a reconocer las emociones que sentiste, y observa si se relacionan con algo de tu pasado o presente que puedas resolver. También te recomendamos estas cinco claves para reconocer y aceptar tus emociones.
Capacidad comunicativa
Incluso si ya tienes más claro cómo te sientes, no siempre sabemos expresarnos con claridad. Esto puede hacer que nuestras relaciones parezcan negativas, cuando en realidad sucede que no sabemos comunicarnos y llevarlas por buen camino.
¿Cómo solucionarlo?
Exprésate desde la honestidad y el cariño; procura mantener la calma en tus relaciones y también en los momentos en que sientas que todo va mal. Recuerda que las emociones también señalan necesidades.
Son pequeños aspectos de nuestra vida los que debemos cuidar y mejorar para generar una enorme diferencia en cómo nos sentimos con nosotros mismos y cómo nos relacionamos con los demás. Para ayudarte a que mejores esa mala racha, te proponemos estos tres aspectos de tu vida que puedes estar descuidando y que te ocasionan esta sensación. Repasa de qué manera te relacionas con ellos y cómo puedes mejorarlos para conseguir un mejor ritmo en tu vida.