"¿No se cuenta acaso que uno de los discípulos de Buda alcanzo el nirvana mientras estaba barriendo?", dice Shoukei Keisuke Matsumoto, monje budista japonés, autor de Manual de limpieza de un monje budista. Y es que hacer la limpieza implica mucho más que ordenar un lugar y retirar la suciedad. Es una poderosa práctica espiritual que los monjes budistas de todo el mundo han adoptado para pacificar su espíritu.
Cuando te concentras en hacer las tareas domésticas, no sólo entras en un estado de trance meditativo consciente, sino que honras tu entorno y a las personas con quienes lo compartes. Hacer la limpieza es una forma de recordar que vives en una comunidad y que todos dependen de todos para sentirse cómodos, apreciados y felices.
Además, según Matsumoto, el ambiente es un reflejo del interior: "ningún espíritu puede estar en paz en medio del desorden" y, de hecho, acciones como barrer o lavar los trastes ayudan a las personas que tienen problemas para concentrarse y meditar a conectar con el presente, en el aquí y ahora que requiere la meditación.
Te dejamos algunos consejos para convertir la limpieza de tu hogar en un ritual de meditación: