Los corredores suelen decir que la vida es como correr un maratón, y es cierto, pues a lo largo del camino te encuentras con subidas y bajadas, constantemente debes esforzarte para superar los obstáculos que se te presentan; y también habrá momentos en que sientas que no puedes más, estarás tentado a rendirte y abandonar, pero entonces verás que a tu alrededor hay personas conocidas y desconocidas que te animan, te apoyan y te alientan, entonces continúas y sacas lo mejor de ti, hasta llegar a la meta, donde logras sentirte pleno y feliz.

Así, al igual que en las carreras, la vida es un esfuerzo continuo y un constante reto para ser una mejor persona, con el fin de alcanzar el bienestar y la felicidad; pero, ¿cómo lograrlo? Aquí te damos ocho puntos que te ayudan a ello.

1. Acéptate y ámate 

El principio del respeto a los demás está en el respeto a uno mismo. Así que es importante que te aceptes y te quieras, para que te respetes (en todos los ámbitos: físico, mental, espiritual, afectivo) y puedas dar ese respeto a los demás y al entorno en el que te desenvuelves.

2. Haz lo que amas

Identifica y practica tus pasiones. Evita elegir una profesión, un empleo o un proyecto de vida porque es lo que “debe ser” o lo que los demás esperan de ti. Sigue tus corazonadas y haz lo que realmente te haga feliz y te llene de satisfacción. Sólo así evitarás la frustración y disfrutarás de las actividades que realices.

3. Sé congruente

Muéstrate tal y como eres. Evita que tus pensamientos, palabras y actos se contradigan. Di lo que piensas y actúa de acuerdo con tus ideas, convicciones, valores y creencias. Recuerda que, mientras no hagas nada que afecte a otros, no tienes que darle gusto a nadie más que a ti mismo.

4. Sé agradecido

Si te enfocas en lo que te falta, te perderás la dicha de disfrutar todo lo que tienes. Enfócate en ello y agradece por lo que hay en tu vida, ya sea una buena salud, una familia que te apoya, una pareja que te ama, un perro que te recibe con emoción, amigos que están ahí para ti, un trabajo que te gusta, y todo aquello que llena tu vida y la hace completa. 

5. Ten una mente abierta

Tener ideas cuadradas y cerradas te aleja de las personas. Aprende a aceptar a los demás con sus opiniones diversas y a considerar puntos de vista distintos al tuyo. Mantén una apertura para dialogar con quienes son diferentes a ti, así vas a tener un panorama más amplio sobre lo que te rodea y evitarás juzgar o descalificar a los demás por sus ideas.

6. Sé optimista

No se trata de que todo el tiempo tengas una sonrisa en el rostro o de que te alegres de absolutamente todo lo que te pasa, sino de que aprendas a apreciar todo lo bueno que hay en la vida. Se vale estar triste, enojarse y frustrase, pero el punto es no atorarte en esos sentimientos. Date tu tiempo para sacarlos y después vuelve a tu camino.

7. Sé empático y tolerante

Al igual que el respeto, la empatía y la tolerancia empiezan por ti. Cuando dejas de ser duro contigo mismo y de juzgarte y criticarte por tus errores, tienes la posibilidad de hacer lo mismo con los demás. Tener empatía consiste en ponerte en el lugar de los demás para comprenderlos sin juzgarlos, y ser tolerante es respetar sus diferencias con respecto a ti.

8. Practica el altruismo

Ayudar a los demás y hacer el bien sin esperar nada a cambio es algo que te llena de satisfacción. Elige la causa que más te motive, ya sean los niños huérfanos, los ancianos que se encuentran en asilos, las personas discapacitadas o enfermas, las personas o animales sin hogar… cualquiera de ellas es igual de importante y valiosa. Súmate a asociaciones o grupos de voluntarios y dona tiempo, dinero o habilidades para ayudar. Verás lo bien que se siente.