Los colores evocan emociones y sensaciones. Eso incluso puedes notarlo al decorar tu casa o tu cuarto, cuando eliges tu ropa cada día o al comprar nuevas prendas, porque muchas veces los colores que escoger tienen que ver con tu estado anímico y emocional, con tu personalidad y con lo que los distintos tonos evocan en ti. 

Además, en las distintas culturas se ha dotado a los colores de significados simbólicos a lo largo de la historia. Por ejemplo, el blanco es el color de la paz, el negro es elegante y también representa luto, el rosa se asocia con la ternura y la inocencia, el verde representa la naturaleza, y así, cada gama de colores tiene sus significados representativos.

Psicología del color

El reconocido psicólogo y psiquiatra Carl Jung utilizaba los colores como parte de las terapias de sus pacientes, porque estaba convencido de que eso les ayudaría a expresar algunas de las partes más profundas de su psique. 

Él creía que las elecciones de color que cada persona hace reflejan un significado más profundo de los rasgos de su personalidad. Por ejemplo, es probable que los introvertidos y los extrovertidos elijan diferentes colores primarios: azul y rojo respectivamente.

Todo esto se relaciona con la llamada psicología del color, la cual se basa en los efectos mentales y emocionales que los colores tienen en las personas, y se dedica a analizar cómo las personas perciben esos colores, cómo se sienten y comportan ante distintos tonos, brillos e intensidades del color.

Aunque hay que tener en cuenta que existen ciertas variaciones en la interpretación, el significado y la percepción de los colores entre las diferentes culturas. Por ejemplo, algunos colores se identifican con lo masculino y con lo femenino -el azul y el rosa respectivamente, en la cultura occidental-, otros con lo misterioso, lo prohibido o peligroso y lo sensual o romántico.

Lo que es un hecho es que el color es capaz de estimular emociones, como la alegría o la tristeza. Los colores tienen un efecto en el estado de ánimo: te pueden hacer sentir enérgico, inspirado o relajado; favorecen sensaciones térmicas de frío o de calor; y también te hacen percibir orden o desorden, o hacen que un espacio parezca más amplio o reducido. 

En la psicología del color, los tonos se agrupan en dos categorías principales: cálido y frío. Los colores cálidos, como el rojo, el amarillo y el anaranjado, pueden provocar una variedad de emociones que van desde la comodidad y el calor hasta la hostilidad y la ira. Mientras que los fríos, como el verde, el azul y el morado, a menudo provocan sentimientos de calma o melancolía.

Efectos psicológicos de los colores fríos y cálidos

El morado es un tono que propicia la creatividad, ya que su efecto en el organismo al observarlo es que ayuda con la activación de las sinapsis cerebrales. Este color combina los colores rojo y azul, con lo que ofrece un buen equilibrio entre la estimulación y la serenidad que representa a ambos tonos y lo combina para fomentar la creatividad. Se dice que la luz púrpura da como resultado un entorno tranquilo que ayuda a aliviar la tensión.

Así que este tono es recomendable para integrarlo en una oficina, ya sea en casa o en una empresa. Si trabajas como freelance o tienes un estudio en casa, considera integrar este tono ya sea en la pintura, los muebles o la decoración.

Si lo que buscas es crear un ambiente pacífico, relajado y calmado, puedes considerar las gamas de verde y azul. Estos colores fríos son típicamente considerados tranquilos. En realidad, hay un poco de lógica científica en esto, ya que el ojo enfoca el color verde directamente en la retina, de modo que reduce la tensión en los músculos que rodean los ojos.

El color azul se sugiere para espacios en los que suelen estar varias personas a la vez, o para aquellas habitaciones en las que sueles pasar mucho tiempo. El azul es un tono calmante y sereno; se dice que disminuye la frecuencia respiratoria y la presión arterial. El dormitorio es un gran lugar para usar estos colores, para que te ayuden a relajarte.

Entre los principales efectos de los colores cálidos, como el amarillo y el anaranjado, están estimular, dar energía y abrir el apetito. ¿Alguna vez te has preguntado por qué tantos restaurantes usan estos colores? Esta es la razón. Por otro lado, puede que quieras evitarlos en tu cocina y comedor si estás a dieta.

Con información de Art Therapy y Psicología y Mente