Dejar ir a una persona que lastima tu corazón o hace más daño que bien en tu vida es posiblemente uno de los actos de valentía más grandes que harás por ti mismo.
Las relaciones donde el afecto y las acciones son unilaterales pueden llegar a provocar grandes problemas de autoestima y seguridad en ti. Aprender a decir "basta" y poner un alto no es nada fácil, pero es sólo el comienzo de todo lo que la vida ha preparado para ti.
Si te encuentras en la situación de no saber si continuar por el camino en el que vas, ya sea con una relación amorosa, familiar o de trabajo, debes entender que no estás solo y es algo por lo que han pasado muchas personas, pero principalmente debes aprender a identificar si el lugar en donde estás ya no es sano para ti.
Muchas personas toman la mentalidad de "aguantar" ciertas relaciones por diversos factores. Puede ser por costumbre, apego o miedo a estar solos.
Quizá llevas años con la misma persona y tu rutina simplemente no sería lo mismo sin ella, por lo que te niegas a ver hacia otro lado y continuar. O tal vez ocurra que no tienes una vida propia y el dinero, la casa y prácticamente todo lo que tienes, es de la otra persona.
Cualquiera que sea tu caso, es importante que comprendas que siempre hay una solución y tienes todo para salir adelante.
Todos tienen diferentes niveles de tolerancia y circunstancias que te obligan a permanecer mucho más tiempo del que quieres en un solo lugar. Así que estos signos claros pueden llegar a ser grandes reveladores para ti.
El cuerpo no tiene energía. Tu cuerpo siempre será el mayor indicador para saber si te encuentras bien. Los niveles bajos de energía, la fatiga crónica, las migrañas, el malestar estomacal, los miniataques de pánico o las señales de depresión son los indicadores más comunes y más importantes de que necesitas hacer cambios en tu vida.
Cambios de humor inexplicables. Quizás alguna vez fuiste optimista y alegre, pero esa personalidad ahora se ha convertido en una de ira, amargura y pesimismo. Las pequeñas cosas te ponen nervioso. No tienes paciencia. Empiezas a reaccionar de forma exagerada a las cosas que solías dejar ir. Lloras en un abrir y cerrar de ojos.
Esto no significa que estás loco, que reaccionas de forma exagerada o que no está justificado lo que sientes, especialmente si estás en una relación que constantemente te hace sentir así. Significa que la persona probablemente ha cruzado tus límites demasiadas veces y ya tuviste demasiado. Así que no aguantes más.
Sientes que no hay aprecio ni respeto. Si hay personas que actualmente te hacen sentir menospreciado, debes estar consciente de que habrá 10 más que te valorarán. El problema es que ahora te sientes cómodo y piensas que no hay nada mejor, o simplemente ya te acostumbraste a sentirte así.
Lo primero que siempre debes hacer es tener una conversación con la otra persona sobre cómo te sientes y darle la oportunidad de escucharte, responder y tratar de arreglar las cosas, si es lo que ambos desean y si el otro puede entender tus sentimientos.
Pero si ya has tenido dicha conversación con esa persona varias veces y las cosas aún no cambian, o si la persona se comporta de la misma manera que le dijiste que te lastimó, entonces no queda nada por decir y tienes que decidir si vale la pena quedarte o si lo mejor es seguir tu camino.
Empiezan a aparecer otras oportunidades. Cuando entiendes que el lugar en donde estás no es el correcto, empezarás a notar que en efecto hay más personas que muestran interés en ti. Por supuesto no se trata de que saltes de una relación a otra, pero son signos claros del universo de que algo mucho mejor está a la vuelta de la esquina.
Presta atención a las señales. Intuitivamente, todos tienen conocimiento sobre cuándo es el momento de alejarse de algo. No dejes que el miedo te frene. No dejes que los "¿qué pasaría si...?" te hagan dudar. No dejes que lo que sucedió en el pasado te detenga. Sólo camina. No mires atrás por el espejo retrovisor.
Si lo que viviste con esa persona está destinado a repetirse en una fecha posterior, lo hará. Confía en eso. Pero escucha tu cuerpo, tu corazón y las otras señales y sincronicidades que aparecen en tu vida: todos intentan decirte algo.
Con información de Elephant Journal
Foto de portada: Freestocks.org en Pexels