La época decembrina es un momento que para muchos se presta a la reflexión, el agradecimiento y cultivar la paz. Para algunas personas esto puede resultar difícil, ya que también suele haber muchas peleas familiares o mucho estrés global.

Cualquiera que sea el caso, meditar y reflexionar acerca de estas fechas puede ser una gran idea para terminar el año de la mejor manera y prepararte para lo mejor.

La meditación es una gran manera de ayudarte a reenfocarte en lo que más importa en estas fiestas. No puedes controlar a otras personas o eventos, pero puedes usar la meditación para ayudarte a navegar los sentimientos abrumadores.

Intenta practicar las siguientes meditaciones para cultivar la alegría, la amabilidad y la gratitud durante 10 o 15 minutos cada día, desde ahora hasta el final del año.

Una meditación para cultivar alegría

• Siéntate en un lugar cómodo, sin nada ni nadie que te moleste. Preferiblemente, que no haya ruido.
• Mantén una posición en la que tu espalda se encuentre recta y bien erguida.
• Conéctate con el momento presente y haz cinco respiraciones profundas.
• Sigue con tu respiración y mantén la concentración en el momento presente.
• Piensa en una festividad o un momento donde te la pasaste bien y sentiste mucha alegría y paz.
• Recuerda esos sentimientos y siéntelos como parte de tu vida en estos momentos.
• Haz 10 respiraciones profundas y siente la calma y felicidad.

Meditación para la compasión

La bondad consiste en extender la gracia, la compasión y el amor a los demás, y puedes usar la meditación para mejorar tu capacidad de empatía y compasión. Prueba estos simples pasos:

Antes de empezar esta meditación, pon un cronómetro de entre 5 y 20 minutos y piensa en algunas frases que invoquen la bondad y la compasión hacia los demás.

 Escríbelas si así lo prefieres, y si no se te ocurre ninguna, prueba con las siguientes:

• "Que estés en paz".
• "Que estés sano".
• "Que te sientas libre".
• "Que la alegría llene tu vida."

Piensa en alguien a quien quieras demostrarle un poco de compasión y bondad. Fija la imagen de esa persona en tu mente mientras recitas las oraciones. Puede ser también hacia ti mismo.

Meditación para la gratitud

Agradecer es algo que se debe hacer todos los días, de esta forma puedes ver la vida con otra perspectiva y dejar de concentrarte solamente en lo malo.

• Encuentra un sitio cómodo y tranquilo para comenzar tu práctica. Para ello, encuentra un lugar soleado en tu patio, siéntate junto a una chimenea caliente o un calefactor, o bien, acurrúcate en una manta abrigadora en un frío día de invierno.
• Siéntate derecho, y ajusta tu postura según sea necesario para aliviar cualquier punto de dolor.
• Empieza por tomar una serie de respiraciones profundas. El aire entra por la nariz, sale por la boca. Cierra ligeramente los ojos y continúa con un patrón de respiración rítmico.
• Si estás sentado afuera en un día soleado o junto a la chimenea o el calefactor, observa cómo el calor te abraza y derrite el frío del invierno; y disfruta también de la sensación calientita de tu manta. Respira y disfruta de la sensación de calor que fluye por tu cuerpo.
• Empieza a reflexionar sobre los regalos que la vida te ha dado hoy. ¿De qué puedes estar agradecido hoy, en este mismo momento?

Que el próximo año esté lleno de momentos de alegría, compasión y gratitud para ti y para todos.

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