¿Cuántas veces has ignorado una corazonada sólo para después reprocharte por no haber seguido tu intuición? El intelecto es el campeón contemporáneo en la toma de decisiones, sin embargo consultar con nuestra intuición es fundamental. Ya que la intuición conecta a la mente consciente y con el subconsciente, donde hay muchísima información a la que no tenemos acceso de otra forma.  

No se trata de ignorar la razón, sino de establecer un balance entre el raciocinio y lo que nos dice  el instinto. Ignorar nuestra intuición restringe nuestra percepción a los límites de la mente lineal. El mismo Albert Einstein al hablar sobre su trabajo, confesó:

“No hay una forma lógica de descubrir estas leyes elementales. El único camino es la intuición que me ayudó a sentir un orden detrás de las apariencias”. 

Sin embargo la mayoría no recibimos un entrenamiento para relacionarnos con nuestra intuición de la manera en que lo recibimos para ejercitar nuestro intelecto. ¿Cómo podemos conectarnos con nuestra voz interior? He aquí algunos simples consejos para cultivar la intuición. 

1. Silencio.

Es difícil escuchar a alguien si hablas al mismo tiempo. Para escuchar tu voz interior necesitas silencio.  Tener un momento libre de ruido y distracciones es un elemento clave para el desarrollo personal, pues a través de la reflexión aprendemos y descubrimos cosas nuevas. También nos ayuda a mantenernos al día con nosotros mismos pues las personas vamos modificando nuestros hábitos y necesidades a través del tiempo. 

2. Simplifica.

Cuando reine la confusión en tu ser simplifica las cuestiones a preguntas que puedan ser contestadas con un simple sí o no. Por ejemplo: ¿es conveniente que llame o ahora? o ¿debería tomar esta ruta?

3.Confía en tu instinto.

Dale una oportunidad a tu sexto sentido. Confiar en algo que no puedes ver es difícil, pero para conectarte con tu voz interior necesitas mandar de vacaciones al crítico que todos llevamos dentro. Toma un descanso de tu escepticismo y cultiva la receptividad. 

4.  Pregunta algo antes de irte a la cama. 

Si acallar tus juicios te cuesta mucho trabajo, puedes probar con tus sueños, pues ahí el consciente se relaja de manera natural. Escritores como William Burroughs y Stephen King han retomado elementos de sus sueños en sus obras y el científico Niels Bohr soñó la estructura del átomo. Pero quizá el mejor argumento en favor de los sueños lo tenga la autora Maya Angelou: 

“Yo creo que los sueños tienen una función. No veo nada que no tenga una función, al menos nada que haya sido creado. Quizá yo no entienda su función o sea capaz de usarlos y hacerlos útiles pero creo que tienen una razón de ser. El cerebro es tan extraño y maravilloso en su misterio. Pienso que crea un número de cosas para si mismo, crea plataformas de lanzamiento y lugares de descanso,  libera un poco de estrés y trabaja consigo mismo”. 

 

5. Mantén una bitácora.

Llevar un registro tanto de tus estados de ánimo o corazonadas durante el día como de tus sueños podría ayudarte a identificar las continuidad que hay entre los símbolos y situaciones de los sueños y las de la vigilia.  Tal vez te sorprenda la cantidad de conocimiento que no sabías que tenías. 

Con el paso del tiempo cultivar la intuición nos puede llevar a tener una visión más completa de nosotros mismos. Una en la que nos concibamos como seres multidimensionales que son tanto racionales como intuitivos. Finalmente el pensamiento lógico y lineal nos permite relacionarnos con el mundo que nos rodea pero la intuición nos conecta con la trascendencia. El escritor Honoré Balzac lo expresó con elegancia cuando dijo”: 

“La más pequeña flor es un pensamiento, una vida respondiendo a un aspecto del Gran Todo, el cual intuye persistentemente”.