El verano ya está aquí y pronto verás que todas las revistas y sitios de Internet se llenan de recomendaciones para lucir fabulosa en bikini: dietas milagrosas, rutinas de ejercicio, trucos y licuados desinflamantes, todo lo que necesitas para sentirte mínimamente cómoda en la playa o en la alberca. Apenas lo suficiente para que puedas tomarte fotos que presumir en tus redes sociales, pero no tanto como para que te relajes y disfrutes, ni que estuvieras de vacaciones, recuerda que la inseguridad es un trabajo de tiempo completo donde todos ganan menos tú.
¿A quién beneficia tu inseguridad?
¿Te has preguntado qué pasaría si un día todas las mujeres se levantaran amando su cuerpo? ¿Qué cambiaría? Bueno, primero que nada, el consumo. Adiós maquillajes aclarantes, cremas tonificantes y anti arrugas, tintes, ceras depiladoras y brassieres con push-up. Todas esas industrias se volverían obsoletas... así que no, tu inseguridad no es gratuita, hay mucha gente haciéndose muy rica con ella.
Cada vez que te miras al espejo y lo único que ves son defectos, cada vez que permites que otros determinen qué talla deberías usar para sentirte bien o cuánto deberías pesar para quererte, hay alguien beneficiándose de eso. Así que, para lograr un cuerpo de bikini, lo primero es estar conscientes de todo lo anterior.
El verano es una temporada ideal para que todas esos complejos que ocultamos bajo capas y capas de suéteres el resto del año salgan a relucir. Por lo tanto, por qué no convertirlo en un buen momento para preguntarnos quién los puso ahí, por qué creemos lo que creemos al respecto de nuestro cuerpo. ¿Son esas ideas realmente nuestras o las aprendimos? ¿Dónde? Hacernos estas preguntas es el primer paso para entrar sin problemas en un bikini.
Ahora sí, el momento de la verdad
Esta parte te sorprenderá porque la realidad es que ningún ejercicio abdominal, ninguna dieta express y ningún producto milagro pueden darte el cuerpo de bikini que tanto quieres. La responsabilidad es completamente tuya y tendrás que asumir el enorme reto que esto implica. ¿Lista?
Para tener un cuerpo de bikini primero necesitas tener un cuerpo y luego ¡ponerte un bikini!
No permitas que nadie determine cómo debes sentirte al respecto de tu cuerpo. Disfruta tus vacaciones sin complejos y, sobre todo, disfrútate a ti misma.