En este sismo del 19 de septiembre del 2017 cada quién puso su semilla, y cada semilla está floreciendo bellísimamente. Cada ayuda fue desde la esencia de cada uno, única y personal, que cada quién tenía en su interior y necesitaba florecer. Así tenía que ser. Ya no podíamos seguir como antes. Nuestra alma nos lo gritaba y la Tierra lo hizo posible. Nadie es igual al otro y cada uno puede aportar de una forma distinta, complementándose el esfuerzo, haciendo de esto un trabajo más completo y en equipo verdadero.
Desgraciadamente, en estos momentos críticos es cuando puede salir la parte más maravillosa de uno o la peor.
El mundo ya lleva bastante tiempo de cabeza y cada vez es más evidente. Los políticos en lugar de ayudar perjudican, las películas de fantasía dicen más de la realidad que las que nos venden como reales y las noticias que ponen en la tele resultan falsas para sacar un rating sin ética, o bien, son controladas por seres que quieren manipular la información para seguir dormidos.
Sea como sea, con el sismo del 19 de septiembre vinieron varias bendiciones escondidas atrás de tal desgracia. Darnos cuenta de que podemos trabajar juntos enfocados, en ayudar y cada quién sacando sus fortalezas, sin compararse, sin tener que competir, simplemente por el hecho de ayudar, de hacer lo que se siente bien en nuestros corazones, aprovechar esos superpoderes internos que nos hemos preparado para estos momentos donde juntos podemos hacer un cambio todavía mayor.
El mundo como lo vivíamos era evidente que ya no funcionaba. No estábamos bien. No había conciencia y cada vez menos armonía con la Tierra, con nosotros y los otros. Estábamos dormidos, y estos son momentos y oportunidades para ver qué sí se puede hacer y seguir haciendo.
Es momento de conectarse con la luz, con la parte más sabia y amorosa de uno, de enfocar la atención en lo positivo, de ir para adelante de una manera nueva; momento de ir más hacia adentro de cada uno y ser honestos con nosotros mismos; momento de meditar, de ver lo que sí podemos hacer, de pedirle perdón a la Tierra y a nosotros mismos, de soltar el miedo y unirnos como nación y como seres humanos en una sola Tierra.
Ya vimos que con lo que aporta cada quién puede haber grandes cambios. Lo importante es seguir y no regresar a lo de antes. Es dejar que esa muerte externa e interna se vaya con el pasado que no queremos, y dejarnos renacer: nacer en una nueva vida con mayor congruencia, haciendo algo que valga la pena en el momento en que nos vayamos. Que haya valido la pena nuestra vida porque hicimos todo lo que pudimos para irnos con orgullo y sabiendo que vivimos al máximo.
Es momento de cuestionarios las cosas. De tomar el liderazgo de nuestra nación, así como de cuidar a nuestra Madre Tierra; momento de vernos a los ojos, de abrazarnos, de seguir ayudando, y no sólo en momentos de catástrofe, seguirnos ayudando cada vez que lo necesitemos, cada vez que veamos que alguien lo requiera. Es momento de salir del “yo” por el “nosotros”; es momento de dejar de criticar y seguir actuando; es momento de poner en práctica nuestra fortaleza y seguir así cada vez más, sin que esto se termine.
Honremos esta tragedia; el cambio es natural en la vida y en la naturaleza. Lo que ha estado pasando en la Tierra puede cambiar nuestra vibración y acción hacia algo más alto, positivo y que valga la pena.
Es momento de seguir adelante.
¡¡No pares!! Ya salieron esos héroes sin capa que son los que pueden gobernar al planeta; ésos son los que pueden juntarse en un partido, gente común y corriente que tienen más valores, compromiso y ganas de ayudar al planeta. Es el momento perfecto para lo que viene; toma esta oportunidad, tú sabes quién eres. No regreses a tu casa a lo mismo, ya viste qué puedes hacer y seguirlo haciendo de corazón, sin ego. Encontrémonos y unámonos. ¡Todos juntos! ¡Somos más los buenos, siempre lo hemos sido! ¡Sigamos siendo ese ejemplo a seguir como humanidad, como raza humana, como país y como planeta!
Como dicen muchos: ¿Y si ya no paramos y le seguimos dando hasta que nunca dejemos de ayudar?
¿Y si gobiernan los verdaderos héroes que surgieron en esta tragedia?
En fin.... ¿Y si le seguimos con conciencia, honestidad y amor?
Cuida la Tierra. Únete, vibra positivo. Sigue adelante y ama.
In la kech.