El trabajo genera estrés, a pesar de que no lo sientas así. En el trabajo tienes responsabilidades que te provocan tensión y a ésta se suman otros factores, hasta que no tienes el control de tus emociones. El estrés que se genera en el trabajo no siempre es sencillo de sobrellevar, por ello especialistas de la Clínica Mayo recomiendan qué hacer para aprender a controlar el estrés y que éste no te afecte tanto en tu vida profesional ni en la personal.
Comenzar a afrontar el estrés en el trabajo requiere, en primer lugar, identificar los desencadenantes. Tu personalidad, tus experiencias y otras características únicas influyen en el modo en que respondes al estrés y el modo en que lo sobrellevas. Las situaciones y los sucesos que son preocupantes para tus compañeros podrían no molestarte en absoluto, aunque también es posible que seas particularmente sensible a determinados factores de estrés que no parecen molestar a otras personas.
Para identificar lo que te causa estrés, registra durante 1 o 2 semanas las situaciones, los sucesos y las personas que suscitan una reacción física, mental o emocional negativa en ti. Incluye una breve descripción de cada situación, mientras encuentras respuesta a preguntas como las siguientes:
Luego, evalúa las respuestas. Puedes descubrir causas evidentes de estrés, como la amenaza de perder tu trabajo u obstáculos en un proyecto en particular; aunque también podrías notar causas sutiles pero constantes de estrés, como el tiempo que inviertes para ir y venir del trabajo o un ambiente laboral incómodo.
Una vez que identifiques los factores que desencadenan tu estrés, considera cada situación o acontecimiento y busca formas de resolverlos. Si tu problema es la falta de tiempo para resolver algunos pendientes, revisa cómo son tus días y cómo admministras tu tiempo con el fin de aprovechar de manera más útil tus días. Frecuentemente, la mejor forma de lidiar con el estrés es encontrar cómo modificar las circunstancias que lo provocan.
Además de abordar ciertos desencadenantes específicos del estrés, también vale la pena mejorar la capacidad de administrar tus tiempos, sobre todo si tiendes a sentirte bajo presión en el trabajo. Por ejemplo:
Cuando tu trabajo es estresante, puedes sentir que absorbe toda tu vida. Para mantener las cosas en perspectiva:
1. Obtén otros puntos de vista. Habla con colegas de confianza o con amigos sobre tus problemas laborales, porque esas personas pueden darte opiniones o sugerencias para afrontar la situación. A veces, el simple hecho de hablar sobre un factor de estrés puede aliviarlo.
2. Toma un descanso. Aprovecha al máximo las pausas de tu jornada laboral, porque hasta unos minutos de tiempo personal durante un día de trabajo ajetreado pueden ser reparadores. Asimismo, tómate un descanso cuando puedas, ya sea unas vacaciones de un par de semanas o un fin de semana largo. Además, intenta no pensar en el trabajo en determinados momentos; por ejemplo, no revises tu correo electrónico en casa por la noche o apaga el celular en ciertos momentos cuando estés en casa.
3. Ten un método de desahogo. Para evitar el agotamiento, resérvate un tiempo para hacer actividades que disfrutes, como leer, salir con amigos o practicar algún pasatiempo.
4. Cuídate. Presta atención a tu salud. Incorpora actividad física a tu rutina diaria, duerme bien y aliméntate sanamente.