Es normal que te preocupes por una persona que te interesa; finalmente las relaciones afectivas se basan en ese hecho, de modo que sentir que alguien te gusta tanto que tu completa atención se centra en esa persona es natural. Sin embargo, cuando se cruzan los límites, puede ser negativo para la salud mental. ¿Cómo saber si tienes una obsesión por alguien?
Cuando la obsesión aparece normalmente tiene que ver con una baja autoestima; la persona que la experimenta siente que algo le falta. Una obsesión genera una sensación de vacío que sólo puede llenarse con otra persona, mientras que quien siente amor no se llena con el otro sino que se complementa.
La obsesión por una persona se manifiesta de maneras diferentes, y todas ellas se asocian a síntomas cognitivos (de pensamientos y creencias distorsionadas) y emocionales. Estas son algunas señales que te harán darte cuenta de si la atracción que sientes hacia otra persona es o no buena para ti. Un vínculo emocional insano te vuelve dependiente de la atención y cariño del otro.
En el enamoramiento es normal que muchas de las cosas que veas o hagas te recuerden al otro, pero en los casos de obsesión estas asociaciones entre el estímulo y el recuerdo son más extravagantes, de tal manera que esta persona está presente en tu mente todo el día e incluso entorpece tus pensamientos.
El intenso deseo de estar con esa persona puede terminar muy mal, pues la intimidad de quien genera atracción puede verse comprometida al tener a alguien cerca física o virtualmente (hoy es muy común que esto ocurra a través de las redes sociales). En casos más extremos, el acoso puede ser un peligro, lo que deriva en un desgaste de calidad de vida que genera sufrimiento.
Estar obsesionado con una persona produce sufrimiento, porque las expectativas de estar con alguien en especial no se hacen realidad. Esto genera angustia y hace que la persona obsesionada se sienta estancada emocionalmente.
Ya que la obsesión lleva a la frustración, es muy común que la persona elija vivir en la fantasía, en la que su amor es correspondido y todo marcha bien. Mientras la mente no se mantenga ocupada en algo distinto, esto se vuelve recurrente.
El psicólogo Arturo Torres señala que las decisiones de la otra persona siempre prevalecen en su vida, y por consiguiente no puedes tratarla como si fuese alguien incapaz de gestionar su día a día. Si has elegido no involucrarte en una relación, acéptalo, lo mejor es cortar por completo el contacto.
Si tener contacto con la persona que te tiene obsesionado no significa para ti un problema grave, debes saber que buena parte de estos casos se deben a una idealización. Analiza las sensaciones que se te presentan, pero por supuesto, no hay que ofender a la otra persona ni hacerla sentir incómoda.
Te puede interesar: ¿Por qué dejar por la paz a esa persona que no te hace caso?
Con información de Psicología y Mente