¿Está la depresión y ansiedad que vive la sociedad moderna relacionada con la pérdida de la biodiversidad? Aunque no existen estudios que puedan afirmar esto con certeza, al menos sí podemos observar que vivir en entornos donde la vida abunda se correlaciona con una sensación de felicidad. Así que ¿tal vez al estar destruyendo el ecosistema estamos de alguna manera también destruyendo nuestra mente y nuestro bienestar?
Un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de Kiel halló que las personas residentes en países europeos que viven en entornos en los que hay muchas especies de pájaros reportan ser más felices.
Esto, teorizan los científicos, no se debe meramente a la belleza de los plumajes o a la relajación de sus cantos, sino, probablemente, a que las aves suelen vivir donde hay muchos árboles, agua y otros animales (pues incluso las aves son usadas comúnmente para determinar la biodiversidad de un lugar). Es decir, la población y diversidad de aves es un indicador del nivel de diversidad de vida en una región.
El estudio midió lo que llaman "satisfacción de vida" en 26 países y en más de 26 mil adultos. Los resultados muestran que las personas son más felices en lugares donde pueden experimentar entornos naturales en su vida cotidiana.
Notablemente, la diversidad de aves probó ser un predictor de satisfacción de vida tan importante como sus ingresos económicos. Datos curiosos muestran que 14 aves adicionales en el entorno aumentan la felicidad tanto como 124 euros mensuales. En tiempos de recesión económica, esto puede ser una guía de vida: seguir el canto de las aves.
El estudio tiene, además, una clara intención de suscitar un cambio de consciencia en las comunidades, mostrando que la protección ambiental es esencial para una vida feliz.
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