Es cierto que los momentos más difíciles son los que te hacen crecer, reflexionar, aprender sobre lo ocurrido y madurar. Pero también lo puedes hacer sin tener que llegar a una crisis. Sobre todo, se trata de agradecerle a la vida por cada momento que te brinda. ¿Tienes que esperarte a que te ocurra algo malo para agradecer por estar vivo? ¿Por qué no mejor despiertas cada día, sea bueno o malo, y agradeces por todo lo que tienes en tu aquí y ahora?
Pasas la vida deprisa, sin darte cuenta de todo lo que puedes aprender si tan sólo prestas un poco más de atención. Desde cosas relacionadas con las personas que te rodean hasta las formas en las que tú te comportas en la sociedad o en tu trabajo, todo eso tiene una lección para ti.
No seas quisquilloso. No esperes para ser agradecido hasta que algo grandioso suceda o hasta que tengas ese coche último modelo. Aprende a ser agradecido con las pequeñas cosas de la vida, como el sol en un nuevo día, la lluvia, las flores, todo lo que te rodea.
Sé agradecido con los momentos difíciles. Sí, las dificultades te enseñan muchas cosas. Así que no reniegues de ellas, velas como retos y aprende la lección que te dejan. Tan sólo piensa en esos momentos difíciles de tu vida y todo lo que te enseñaron.
Ocúpate en hacer algo por los demás. Es muy fácil regodearse en todos esos pensamientos negativos y darles millones de vueltas, ¿pero realmente te sirve de algo? Recuerda que todos esos pensamientos crean emociones y al final solamente tú te pones el pie para no sentirte mejor. Así que sacúdete toda esa negatividad y enfócate en ayudar a alguien que lo necesita.
Pasa tiempo con las personas que te aman. Tener relaciones sólidas te ayudará mucho a salir adelante. Siempre podrás contar con esas personas, platicar sobre lo que te ocurre y sentirte mucho mejor.
Levantémonos y seamos agradecidos, porque si no aprendimos mucho hoy, por lo menos aprendimos un poco, y si no aprendimos un poco, por lo menos no nos enfermamos, y si nos enfermamos, por lo menos no morimos; por lo tanto, seamos agradecidos.
(Buda)