¿Te has fijado que las personas cada vez se miran e interactúan menos? Y no sólo al estar entre desconocidos, sino incluso en compañía de amigos, familia, compañeros del trabajo y hasta de la pareja; la atención de las personas se desvía de quienes están a su alrededor para fijarse en la pantalla del celular.

Casi 7 horas al día son las que una persona pasa navegando en internet, de las cuales, un promedio de 2.5 se destinan a las redes sociales; sin embargo, los usuarios más intensivos dedican más de 4 horas diarias a las plataformas sociales. 

Esto indica una necesidad compulsiva de estar conectados; pero esa conexión se da con quienes están lejos, mientras que este acceso recurrente al mundo virtual causa una desconexión con quienes están cerca, así como un sentimiento de exclusión para quienes no forman parte de ese mundo en línea, o quienes no son tan activos en él. 

Con la pandemia, el tiempo de uso de internet aumentó, pues muchas personas buscaron alternativas para ocupar su tiempo en casa, y en el mundo virtual encontraron numerosas fuentes de entretenimiento e información.

Pero ahora que el mundo comienza a regresar a las actividades en el exterior y las personas vuelven a reunirse, es importante hacer una pausa y reflexionar acerca del uso que haces de tu tiempo y de la atención que le prestas a las personas, sobre todo a aquellas que son importantes para ti.

¿Qué tal si redujeras el tiempo que pasas en redes sociales para empezar a dedicarlo a tu bienestar, a las cosas que te gustan o a las personas que quieres? Los siguientes son sólo algunos de los beneficios que puedes obtener al dejar (al menos en parte) el mundo virtual para disfrutar del aquí y ahora en el mundo real.

1. Menos comparaciones, más autoconfianza. Ver las vidas “perfectas” que los demás se crean en redes sociales puede ser abrumador, sobre todo cuando enfrentas problemas, adversidades o carencias. Además de ser consciente de que la gente sólo publica su felicidad y lo bonito de su vida, dejar las redes sociales te puede ayudar a evitar las comparaciones, para enfocarte en ti y lo que te hace bien, sin importar lo que los demás hagan o dejen de hacer.

2. Más atención al momento presente. ¿Cuántas veces te has perdido de charlas y momentos por tener la vista fija en tu celular? Seguramente muchas. Limitar tu tiempo en redes sociales e internet te ayudará a disfrutar más del momento presente, de las situaciones y las personas que te rodean. Así que la próxima vez que te reúnas con amigos, familiares o con tu pareja, procura dejar tu celular guardado, para evitar distracciones y regalarles toda tu atención a las personas que amas. 

3. Más tiempo para ti y lo que te gusta. ¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo "Me encantaría aprender a..." o "Siempre quise intentar...", pero siempre lo postergas porque no tienes tiempo? Destinar parte del tiempo que pasas en redes sociales a las cosas que te apasionan, a aprender algo nuevo o a cuidar de tu salud y bienestar, sin duda será algo muy positivo para tu vida y crecimiento personal. 

4. Adiós a las personas tóxicas. Siempre hay personas en la vida que no aportan, que sólo emiten quejas, juicios o cosas negativas, que roban energía o que sólo te buscan cuando necesitan algo de ti. Si estas personas están en tu mundo real, es necesario que pongas distancia de por medio y que establezcas límites en tus relaciones con ellas. Y si están en el mundo virtual, la cosa es mucho más sencilla, pues basta con dejar de seguirlas o bloquearlas para priorizar tu paz mental.

5. Podrás dejar atrás el pasado. Muchas veces las redes sociales son el lugar en el que más cosas sueles ver de tus ex, de la gente con la que ya no te relacionas o de amigos que con el tiempo dejaron de serlo. Dejar de ver lo que pasa con ellos y sus vidas puede ser muy saludable y útil para, por fin, dar vuelta a la página y dejar ir los apegos que puedan quedar de esas relaciones terminadas.

Finalmente, si algo le ha enseñado a la humanidad esta pandemia y todo lo ocurrido en el último año es que la vida es hermosa, pero también fugaz e impredecible; nunca sabemos qué, cuándo ni cómo va a pasar y el tiempo en esta vida es limitado. Entonces, en lugar de vivir en la fantasía de un mundo virtual, apaga la pantalla y dirige tus ojos y todos tus sentidos a disfrutar de lo que está a tu alrededor y de las personas que tienes a tu lado. 

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