¿A quién no le gusta el chisme? Se trata del gusto culposo de muchas personas; y es que, aunque se trata de una práctica socialmente mal vista, la verdad es que todos en algún momento hemos caído en ella y lo hemos disfrutado. Además, el chisme no siempre es tan negativo como se le pinta, pues incluso puede tener algunos beneficios para mejorar la conexión en las relaciones tanto personales como de trabajo.

Según un estudio realizado por un grupo de investigadores de Dartmouth College y publicado en Current Biology, alrededor del 14% de las conversaciones diarias de las personas caen en el concepto de "chisme", además, muestran que esa inclinación por los chismes puede tener algunos beneficios cuando se trata de forjar conexiones.

"El chisme es una forma compleja de comunicación que a menudo se malinterpreta", dice Eshin Jolly, uno de los autores del estudio. "Puede ser un medio de conexión social, más allá de su connotación negativa típica". No se trata sólo de compartir rumores, sino más bien de tener una charla privada informal con un amigo, familiar, compañero de trabajo o con la pareja (muchos de los mejores chismes son los que se comparten en pareja, debido a la confianza mutua).

"Al intercambiar información con otros, el chisme es una manera de formar relaciones", explicó Luke Chang, coautor del estudio. "Implica confianza y facilita un vínculo social que se refuerza a medida que se produce una mayor comunicación".

Pero para ser algo benéfico, el chisme no debería ser unidimensional: debería tratarse de encontrar puntos en común y crear lo que los investigadores llaman "realidad compartida" para forjar conexiones más profundas. Así, el chisme te ayuda a conectar con quienes piensan o sienten de manera similar a ti, con quienes comparten gustos, intereses y opiniones contigo. 

En este sentido, en el ámbito laboral, un poco de chisme saludable también puede ayudar a facilitar la productividad y la colaboración en los equipos de trabajo. Los investigadores descubrieron que la comunicación aumenta la cooperación en tareas conjuntas, lo que sugiere que formar esas relaciones no sólo es bueno para la salud mental, sino también de formas más concretas para la rutina diaria. Así que no te sientas culpable por esos ratos de chismecito mientras comes o cuando vas a servirte café o agua en la oficina.

"El chisme puede ser útil porque ayuda a las personas a aprender a través de las experiencias de los demás mientras les permite acercarse unos a otros en el proceso", dice Jolly. 

El chisme es una práctica universal que es insustituible y de vital importancia para la comunicación y las relaciones humanas. Es una parte esencial de la vida social, la intimidad y la salud emocional. Los estudios han demostrado que las personas de todas las edades y de ambos sexos practican el chisme y lo disfrutan.

Los antropólogos ven el chisme en los humanos como una herramienta primordial de socialización, casi como los primates que se acicalan y acicalan para formar vínculos. Entonces, el chisme es primordial y necesario. Pero esa no es razón para permitir que sea inconsciente, burlón o deshumanizante. Aquí lo importante es que el chisme se realice con empatía para que sea verdaderamente benéfico, además de que en él se hable más de los pequeños detalles divertidos de la vida que del drama y lo negativo.

Y te preguntarás ¿cómo es un chisme con empatía? Sencillo: cuando no afectas con él a terceros, cuando no esparces rumores y no te enfocas en hablar mal de alguien o desacreditarlo ante los demás. Siempre que tu chisme sea inofensivo para quienes te rodean, será un chisme empático y saludable.

Cuando el chisme es consciente y ético, aumentará tus habilidades sociales y tu empatía, y así serás más capaz de crear relaciones honestas y saludables. Esta práctica también te recordará que puedes pedir y recibir ayuda para lidiar con emociones difíciles, situaciones difíciles y personas difíciles.

Además, cuando el chisme se hace consciente, puedes ver claramente la estupenda herramienta de recopilación de información que es. Esta práctica te conectará con las corrientes subterráneas profundas y emocionalmente ricas que fluyen a través de las redes informales de comunicación.

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