¿Recuerdas cómo te divertías durante la infancia? Aunque tuvieras la responsabilidad de ir a la escuela, estudiar y hacer tareas, cuando eras niño probablemente vivías muchos más momentos divertidos de los has tenido a lo largo de tu vida adulta.
Y es que en un mundo que se ha acostumbrado a vivir aprisa, donde la productividad y estar ocupados todo el tiempo son malos pero se sobrevaloran, el tiempo para el descanso, el esparcimiento y la diversión muchas veces pasa a segundo o último plano.
Si bien lo que es divertido puede adquirir diversos significados desde el punto de vista de cada persona, pues no a todos les resultan divertidas las mismas cosas o actividades, lo cierto es que cada uno debe hacer lo posible para integrar al menos un momento de diversión cada día, para así mejorar la salud y el bienestar.
Al igual que con el ejercicio, con 30 minutos de diversión al día es más que suficiente, pero si es más, ¡mucho mejor! Y por supuesto que no se trata de que descuides tu trabajo ni tus demás actividades, sino simplemente de que te organices mejor para darte ese espacio lúdico que es tan necesario y que tanto bien hace.
Sobre todo ahora, tras un largo año lleno de estrés, preocupaciones, tristeza y miedo, una dosis de diversión le viene bien a cualquiera. Los siguientes son algunos de los beneficios que obtendrás al divertirte más seguido.
La vida de los adultos suele girar en torno al trabajo; sus días están marcados por las prioridades de otras personas (jefes, clientes, etcétera). Esto interfiere en su vida social y disminuye el tiempo que tienen disponible para la diversión, lo que ocasiona que sus vidas se vuelvan rutinarias y deslucidas, y también afecta a las relaciones personales.
Recuperar algo de ese tiempo para ti mismo y darte al menos 30 minutos para redescubrir la diversión con una pareja o un amigo puede ser de gran ayuda, pues la diversión y la aventura no sólo ayudan a tu bienestar, sino que también son partes esenciales de una relación exitosa.
Las parejas exitosas y los amigos más unidos tienen en común que suelen divertirse juntos, lo que demuestra que cuando participas en actos compartidos de humor y afecto, tus habilidades de resolución de conflictos también mejoran.
Algo muy importante es que te mantengas presente durante ese tiempo de diversión compartida, así que cuando estés con tu pareja o amigos apaga tu teléfono y evita otras distracciones que pongan en peligro el disfrute del momento.
Cuando te diviertes, estimulas tu curiosidad y usas tu imaginación, lo que ayuda a fortalecer tus habilidades de visualización y pensamiento crítico.
Una forma de divertirte mientras estimulas tu cerebro es leer un libro. La lectura no sólo puede reducir el estrés sino que también te transporta fuera de tu realidad actual, a otro mundo que se encuentra más allá de las páginas.
Disfrutar de actividades divertidas que te presenten nuevas ideas y conceptos (como la lectura, los juegos de agilidad mental, los juegos de palabras y las actividades creativas) también ayuda a fomentar el aprendizaje autodirigido, que protege a tu cerebro contra el deterioro cognitivo.
Los expertos han descubierto que el ejercicio regular puede ser poderoso para controlar la ansiedad, la depresión y los trastornos del estado de ánimo. Aunque el ejercicio aumenta inicialmente la respuesta del cuerpo al estrés, las personas muestran niveles más bajos de hormonas del estrés, como cortisol y epinefrina, después de periodos de actividad física constante.
Además, la actividad física estimula la liberación de dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas, una poderosa combinación neuroquímica que juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo y ayuda a aumentar la capacidad intelectual.
Aunque el ejercicio puede no ser la idea de "diversión" de todo el mundo, hay formas sencillas de empezar, como hacer el ejercicio que más te guste durante 30 minutos al día. Puedes quedar con tus amigos para jugar futbol o basquetbol, bailar, salir a correr o andar en bicicleta.
Toma en cuenta que no necesariamente tiene que ser un ejercicio intenso; simplemente puedes salir a caminar, hacer flexiones y estiramientos o practicar un poco de yoga.
Se dice que la risa es la mejor medicina; y mucho tiene de cierto esta frase, pues reír, sobre todo si es a carcajadas, es un efectivo antídoto natural contra el estrés. Además, las personas que tienden a reír con frecuencia muestran menos sentimientos negativos cuando surgen situaciones estresantes.
Y eso no es todo, reír también ayuda a mitigar las comorbilidades del estrés, como la depresión y la ansiedad. Esto significa que la risa no sólo puede reducir el estrés, sino que también te ayuda a lidiar con él cuando aparece.
Así que cuando pienses en las actividades que contribuyen a agregar algo de diversión a tus días, no te olvides de incluir algunas que te hagan reír mucho. Encontrar más oportunidades para reír es tan fácil como ver un programa de comedia, ver videos graciosos en YouTube o charlar un rato con esos amigos que siempre tienen alguna ocurrencia que te hace reír.
Desafortunadamente, a medida que el tiempo pasa y las personas crecen y envejecen, la tendencia es dejar de jugar, ya que esa actividad es vista como propia de la infancia e incompatible con la vida adulta.
Sin embargo, los psicólogos enfatizan la importancia del juego para los adultos, pues se trata de una parte crucial del desarrollo de un niño y su utilidad no disminuye cuando creces, ya que estimula la creatividad, la imaginación y mantiene activo a tu cerebro.
Al igual que sucede con el concepto de "diversión", la definición personal de "juego" depende de cada persona. Así que busca el tipo de juegos que mejor vayan contigo, ya sean juegos de mesa, juegos deportivos, videojuegos, juegos mentales, de lógica, de improvisación, etcétera.
Dedicar al menos 30 minutos de tu día a la diversión puede ser justo lo que necesitas para deshacerte de los sentimientos estancados que quedan por la pandemia y un gran hábito nuevo para apoyar tu bienestar. Además, elijas lo que elijas, será muy divertido y te sentirás más feliz.