La memoria es algo que con el paso de los años pierde su fuerza, la capacidad de recordar oportunamente desde pequeñas cosas como lugares, nombres y números telefónicos, hasta situaciones mucho más relevantes como citas importantes, obligaciones y fechas significativas. También puede fallar en la habilidad de aprender de manera rápida nuevas cosas. Dentro de lo que cabe, esta situación es relativamente normal, pues el desgaste psíquico existe (sobre todo cuando la mente está cargada de estrés) y no hay que tomarlo como algo tan serio, a menos que haya la sospecha de padecer una condición neurológica que de manera muy evidente acreciente los olvidos anteriormente mencionados.
Por fortuna, existen actividades o pequeños “hacks” que estimulan la mente y el buen desempeño de la memoria tanto a corto como a largo plazo. Si los practicas constantemente, podrás mantener una mente joven y saludable que, sin duda, beneficiará tus procesos cognitivos y de rememoración.
1) Ejercicio al aire libre. El ejercicio en cualquiera de sus formas y manifestaciones es saludable y benéfico para el cuerpo, pero practicarlo en lugares al aire libre como bosques, parques o incluso la terraza de tu departamento añade un plus a su realización, pues el oxígeno circula por tu organismo de manera más intensa y, por supuesto, esto ayuda a tu cerebro.
2) Meditación. Los beneficios de la meditación se cuentan por decenas, y uno de ellos es la posibilidad de “limpiar” tu mente, despejarla de pensamientos negativos, obsesivos o estancados y permitir la llegada de nuevos conocimientos y aprendizajes, e incluso traer a la mente situaciones positivas que habían quedado relegadas al fondo. Sea cual sea tu rutina de meditación, potenciará tus capacidades mentales.
3) Videojuegos. Aunque pudieras pensar que esta actividad es la antagónica de la meditación, debes enterarte de que los estudios médicos enfocados en el efecto de los videojuegos en la mente de los jugadores han encontrado que, por generar una estimulación mental constante a través de retos y acertijos, la memoria a corto y mediano plazo se ve completamente beneficiada.
4) Noches de buen descanso. Por supuesto, el buen descanso, además de ser fundamental para la salud integral de todo el cuerpo y sus funciones, es indispensable para mantener altos niveles de concentración, y por supuesto, eso genera mayor retención y menor pérdida de memoria.
5) Power naps. Si a veces tu rutina o tu dinámica de actividades te impiden dormir profundamente durante 8 horas seguidas, las pequeñas siestas o “power naps” de 20 minutos son un remedio necesario para recargar tu energía y, de paso, mejorar tu funcionamiento mental y evitar que el estrés se acumule.
6) Tener largas conversaciones. Sabemos que muy probablemente disfrutas de ir a tomar un café con tus amigos y tener una vida social activa, pero en este caso, el hecho concreto de salir con una sola persona y enfocar tu atención en mantener conversaciones mayores a una hora, resulta un ejercicio mental que pone a prueba tu capacidad de retención de situaciones. Y esto sin contar lo enriquecedor que es juntarte con un amigo o amiga a platicar de sus vidas y ponerse “al día”.
7) Escribir a mano. Los tiempos actuales han hecho que la escritura a mano sea desplazada por la escritura en computadora o en los dispositivos digitales como smartphones. Sin embargo, si cargas contigo una pequeña libreta de apuntes y optas por escribir en ella tu lista de compras, ideas o proyectos próximos en vez de hacerlo en el celular, estimulas los procesos cognitivos enfocados en la memoria a mediano y largo plazo.
8) Dibujar mecánicamente. Esto se refiere a que no es necesario iniciar un proyecto de dibujo artístico sino simplemente tomar cualquier hoja de papel, pluma o lápiz y hacer garabatos o dibujos “en automático” mientras realizas una actividad como hablar por teléfono, permanecer en una sala de espera o incluso mientras miras televisión. Esto mantiene al cerebro estimulado pero sin gran demanda energética, así que es como un pequeño ejercicio liberador de tensión.
9) Tomar mucha agua. Beber agua es fundamental, no sólo para la salud integral de todo el organismo sino también para mantener la correcta oxigenación de las células y la sangre que llega al cerebro. Lo más recomendable es tomar un buen vaso de agua en las mañanas, justo después de despertar, y seguir gradualmente a lo largo del día hasta alcanzar los 2 litros con el último vaso nocturno.
10) Romper la rutina. Y por último, hacer pequeñas rupturas en la rutina como buscar diariamente una nueva ruta para llegar al trabajo o al gimnasio o cambiar los horarios de ciertas actividades personales. Esto hará que tu mente se mantenga mucho más despierta y dinámica al darle nuevos retos de organización de tiempos y espacios, lo que resultará en un incremento significativo en tu capacidad de recordar.
¿Cuántos de ellos ya realizas? ¡Anímate a probarlos todos! Algunos son muy divertidos y los beneficios van más allá de la parte mental. Comparte en los comentarios cómo te has sentido al practicar alguna de estas actividades.