Algunas personas hacen rituales para comenzar su día. Cada mañana se preparan para el día al preparar café, tomar un baño, darle el desayuno a las mascotas, sacarlas a pasear, etcétera. Algunas más hacen conciencia y realizan ejercicios para nutrir sus emociones como escribir en un diario, meditar o hacer ejercicio.
Hay una práctica en particular que ayuda a potenciar el día, hacerlo más positivo y enfocarte mejor. Andee Love, un coach de éxito espiritual, ayuda a impulsar el crecimiento de las personas y los negocios al superar los bloqueos del éxito. Él propone hacerse un par de preguntas muy sencillas para empezar el día. La primera es: ¿Qué valoro más hoy?
Pensar de esta manera ayuda a darle prioridad a las actividades más importantes, las que debes solucionar primero. Tal vez sea un proyecto de trabajo, tiempo con sus seres queridos o simplemente descansar, pero todos los días, elije el orden en el que lo harás. Muy a menudo será muy tentador centrarse a lo largo del día en lo que no deseas, y eso puede estropear tus prioridades.
Si te dedicas a pensar en lo que no quieres hacer o donde no quieres estar, le dejas tu energía a lo negativo. Cuando sólo das vueltas en lo que no quieres, es una buena oportunidad para decidir lo que sí es importante. Busca la alternativa positiva: ¿en qué quieres centrarte hoy? Tal vez conexión, amor, bondad, hermandad, ¡lo positivo es más!
La segunda pregunta que debes hacerte es: ¿Cómo quiero sentirme durante el día? El sentimiento que elijes generalmente está vinculado a tus prioridades. Si decides priorizar el trabajo, elegirás sentirte productivo y creativo. Si tu prioridad es pasar tiempo con tus seres queridos, tus sentimientos serán la generosidad y el amor. Con esto en mente comenzará a cambiar tu perspectiva.
Cuando cambias, las oportunidades surgen en las situaciones cotidianas y también en las importantes. Al aplicar estas simples estrategias a tu rutina matutina, verás el mundo de una manera diferente e incluso disminuirá tu estrés.
Con información de Greatist