Al pensar en deterioro cognitivo se le suele relacionar con la vejez y los problemas que ésta implica, como la pérdida de memoria y la reducción en las capacidades cerebrales. Además, se suele pensar que es algo inevitable y que nada se puede hacer para detener o aminorar ese deterioro.
Sin embargo, la realidad es que el deterioro cognitivo comienza desde la juventud (a veces desde los 20 y en la mayoría de los casos entre los 30 y 40 años) y avanza gradualmente con el tiempo.
Y si bien es inevitable que el cerebro envejezca, si lo ejercitas y fortaleces cuando aún eres joven, puedes lograr que éste se mantenga saludable y llegue en las mejores condiciones a tu vejez.
Los especialistas en salud cerebral recomiendan que en la década de los 20, los jóvenes se enfoquen en ejercitar su capacidad de atención, ya que ésta es fundamental para mantener la conciencia, la lucidez y las capacidades de aprendizaje y memoria.
Esto es muy importante porque la pérdida de la capacidad de atención comienza muy temprano; sucede significativamente a partir de los 20 años y aumenta gradualmente conforme se envejece. Afortunadamente, también es una de las cosas que más se puede retrasar al ejercitar el cerebro.
Para mejorar la capacidad de atención es necesario dejar de pretender ser seres multitarea para empezar a enfocarse en una cosa a la vez, con la total atención en ella. Esto es difícil en las circunstancias actuales, en las que en el trabajo y la casa se requiere todo de inmediato y varias cosas a la vez; pero no es imposible si planificas tu día, de modo que puedas hacer una tarea a la vez.
Cuando haces múltiples tareas, tu atención se ve comprometida, lo que crea el escenario perfecto para el deterioro cognitivo; a medida que envejeces, tu concentración se ve cada vez más afectada y la multitarea la afecta aún más.
Además, los especialistas recomiendan el trabajo de respiración consciente y la meditación para enfocar tu atención hacia adentro. Incluso si te tomas sólo 5 minutos para calmar tu mente, intenta practicarlo todos los días.
Además de continuar con el trabajo para optimizar la concentración y la atención, en la década de los 30 es necesario agudizar la memoria.
Las actividades como el sudoku, los crucigramas, las sopas de letras, los juegos de lógica o los juegos de palabras no sólo te ayudan a concentrarte en la tarea que tienes entre manos (lo cual perfecciona tus habilidades de atención), sino que también entrenan las capacidades cognitivas de tu cerebro y fortalecen tu memoria.
Además de estas actividades, prácticas como la ejecución musical son sumamente efectivas para ejercitar al cerebro por completo. Por ejemplo, cuando tocas la guitarra, miras las notas, ese es tu lóbulo parietal izquierdo, tus centros de lenguaje; procesas visualmente esas notas, ahí entra tu lóbulo occipital; procesas con tu mente lo que ves, y ese es tu lóbulo frontal; eres creativo, y eso pone a trabajar a tu lóbulo parietal derecho; estás involucrado emocionalmente, ese es tu sistema límbico; mueves y colocas tus dedos en las cuerdas que corresponden, ahí trabajan tu cerebelo y tu corteza motora.
Así que sería buena idea tomar clases para aprender a tocar algún instrumento o desempolvar ese que tienes guardado en el armario desde hace años. Y no sólo la música, si esto no es para ti, puedes elegir cualquier actividad que requiera concentración y habilidad, como las actividades artísticas y creativas; incluso algunos juegos de destreza y videojuegos de estrategia, acertijos o rompecabezas podrían funcionar como apoyo.
En la década de los 40 (y después de ella) debes continuar con las prácticas que fomentan la atención y la memoria, pero ahora también debes ocuparte de optimizar la función ejecutiva, como el procesamiento y resolución de problemas.
Esto implica la ejecución de actividades complejas, como juegos de palabras o crucigramas, pero la clave aquí es encontrar significado dentro de esos pasatiempos de desarrollo del cerebro. Es decir, sí, los crucigramas son geniales para tu cerebro, pero es incluso mejor si realmente disfrutas el desafío.
Encuentra una actividad que realmente te guste, ya que ese sentido de propósito y disfrute no pasa desapercibido para tu cerebro. Unirte a clubes de lectura, juegos de cartas, aprender a bailar, escuchar música, tomar clases de dibujo, pintura, tejido, jardinería, reciclaje, lo que sea que disfrutes e implique aprender algo nuevo y mantenerte enfocado en ello, será benéfico para tu salud cerebral, y de paso te ayudará también a estar mejor emocionalmente. a cualquier edad
En pocas palabras, tu prioridad en el cuidado de tu cerebro debería ser la concentración y la atención a los 20, la memoria a los 30 y función ejecutiva a partir de los 40. Por supuesto que puedes empezar con todo desde los 20 o antes y el resultado será mucho mejor.
Recuerda que el manejo del deterioro cognitivo comienza ahora, no debes esperar a llegar a una determinada edad, a llegar a la vejez, ni mucho menos que los primeros síntomas aparezcan para poner manos a la obra. No importa tu edad, hay mucho que puedes hacer desde ahora para mantener la salud de tu cerebro en las mejores condiciones.
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