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Por qué los millennials padecen más ansiedad y 5 pasos para afrontarla

Marzo 17, 2021

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • Razones por las que los millennials sufren más de ansiedad

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  • Proceso de 5 pasos para reprogramar el cerebro

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La salud ha cobrado una mayor relevancia en los últimos años, sobre todo en los meses recientes, en los que la pandemia hizo surgir o agravó los padecimientos como ansiedad, depresión y estrés, entre otros.

 

Aunque este tipo de problemas afectan a las personas por igual, sin importar su edad, la realidad es que las generaciones más jóvenes han experimentado una mayor incidencia en este sentido.

 

Según los  Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), uno de cada cuatro adultos jóvenes (de 18 a 24 años) ha contemplado seriamente el suicidio durante la pandemia.

 

Sin embargo, son los millennials (los nacidos entre 1981 y 1996) quienes suelen ser más propensos a la ansiedad.

 

Millennials y ansiedad

Según la neurocientífica cognitiva Caroline Leaf, la razón de que esta generación sea más propensa a padecer ansiedad está en su capacidad para contextualizar el futuro. Es decir, están en un momento de sus vidas en el que comienzan a comprender el peso del futuro y a darse cuenta de que éste tiene una fecha de finalización.

 

"Cuando tienes entre 18 y 24 años o menos, la muerte y ese tipo de cosas en el futuro parecen no ser muy tangibles", explica Leaf. En cambio, para los millennials el futuro ya es algo más tangible y a la vez lo perciben como algo que está ahí, parece palpable, pero no pueden ver el camino para llegar a él. Esa incertidumbre crónica abre el espacio necesario para que la ansiedad se filtre.

 

Recientemente, Leaf realizó un ensayo clínico y descubrió que los cerebros de los participantes millennials parecían físicamente más viejos. Algunos tenían edades biológicas de 30 a 40 años mayores que su edad real; aunque tenían entre 25 y 35 años, sus cuerpos estaban físicamente al nivel de 60, 65 o 70 años.

 

Por otro lado, en los participantes a los que se les diagnosticó un trastorno de ansiedad clínica, la energía se concentró en la parte frontal de sus cerebros. Cuando eso pasa, el cerebro tiene menos flujo sanguíneo y menos oxígeno, lo cual hace que las ondas cerebrales no fluyan como deberían. 

 

"Entonces, su flexibilidad cognitiva, su capacidad de introspección, a la que deben acceder para darle sentido a la vida, comienza a desaparecer. Y, por lo tanto, su capacidad para contextualizar el futuro se ve comprometida", comenta la especialista.

 

Cómo afrontar la ansiedad

De acuerdo con Leaf, cualquier persona que experimente ansiedad, sin importar su edad, puede cambiar su cerebro con técnicas de manejo mental, gracias a un proceso llamado neuroplasticidad. 

 

Aunque el cerebro es una estructura física, cambia según lo que piensas, sientes, eliges, comes, etcétera. A medida que piensas, sientes y tomas decisiones, generas ondas de energía cuántica a través de tu cerebro y éste responde electromagnética y químicamente. 

 

Entonces, el cerebro cambia mucho a lo largo de la vida y tú puedes tomar el control de ese proceso de cambio. Según Leaf, cada persona tiene la capacidad de dirigir el proceso de neuroplasticidad a su favor. Ya sea que se trate de lidiar con un trauma emocional, con ansiedad o simplemente expandir la base de conocimientos (antes de una prueba, por ejemplo), es posible reestructurar el cerebro y transferir esa energía en una dirección positiva. 

 

La especialista explica que algunos de los participantes del estudio que sufrían depresión tenían cerebros azules totalmente planos, lo que significa ondas cerebrales muy bajas, y una vez que pusieron en práctica estas técnicas mentales, su cerebro se volvió gris en 3 semanas, lo que significa que las olas fluían correctamente. Y de 6 a 9 semanas, era sostenible.

 

5 pasos para reprogramar el cerebro

Para lograr lo anterior, Leaf tiene un práctico proceso de cinco pasos para cambiar tu cerebro, con un énfasis en la atención plena y basado en la neuroplasticidad. 

 

1. Adquiere una conciencia plena de lo que experimentas 

Puedes hacerlo de muchas maneras. Leaf señala que la meditación, el trabajo de respiración, incluso una dieta consciente o el ejercicio pueden ayudar a preparar tu cerebro para el trabajo que tienes por delante. 

 

No importa qué camino elijas, toma conciencia de cómo te sientes y qué piensas. Si buscas reducir tu ansiedad, el primer paso es tomar conciencia de las señales relacionadas con ella.

 

Esto incluye tomar nota de todo lo que piensas y sientes. Cuando experimentas ansiedad, ¿qué emociones específicas surgen?, ¿cómo te sientes físicamente?, ¿qué piensas?, ¿cuáles son tus señales de advertencia? 

 

2. Reflexiona sobre las causas de tu ansiedad

Con base en lo anterior, el siguiente paso consiste en reflexionar sobre las razones que te llevan a experimentar ansiedad. Por ejemplo, ¿tiende a surgir algún pensamiento limitante cuando piensas en tus metas? Pregúntate por qué.

 

Concéntrate y reflexiona sobre cualquier pensamiento inconsciente que comience a surgir. Observa esas señales de advertencia emocionales e intenta descubrir cualquier información que puedas extraer de esos pensamientos: ¿hay algún recuerdo asociado con lo que sientes? 

 

3. Escribe tus pensamientos

El tercer paso es escribir a mano lo que está en tu mente para permitir que tus pensamientos salgan, en lugar de ser reprimidos. Así que toma lápiz y papel y comienza a escribir. 

 

Cuando escribes, activas ciertas partes del cerebro de una manera increíble. Al escribir puedes lograr fluidez cognitiva y, literalmente, sacar tus pensamientos de la cabeza y plasmarlos en papel, lo cual es importante, especialmente para controlar la ansiedad.

 

Por supuesto, es posible que sientas una respuesta de estrés mientras escribes, pero al menos liberas esos pensamientos de tu mente y tu cuerpo, en lugar de ocultarlos y reprimirlos.

 

4. Recontextualiza lo que escribiste

Mira lo que has escrito: ¿cómo puedes reformular tus pensamientos en una gama de posibilidades? Quita el aguijón de las emociones; míralo de manera diferente, para que tu historia desarrolle tu resiliencia. De esa manera, te sentirás con el control sobre tus pensamientos, en lugar de sentirte abrumado por una ola de emociones

 

Así, recontextualiza lo que has escrito de una manera que afirme tu poder personal. Esto podría significar ver tus pensamientos y experiencias como aspectos de ti mismo que te han fortalecido.

 

5. Alcance activo

El último paso es tomar lo que has escrito y reconceptualizado para descubrir una acción simple que puedes llevar a cabo cada vez que esos pensamientos surgen. Se trata de elaborar un plan de acción cuando experimentes pensamientos de ansiedad o una práctica planificada que completes en intervalos predeterminados a lo largo del día.

 

Por ejemplo, puedes hacer respiraciones profundas y lentas hasta la cuenta de 3, o tener un mantra que repitas al menos siete veces durante el día, para recordar conscientemente tu propio control. 

 

Es importante que tomes en cuenta que este proceso no debe completarse en un solo día. La modificación del cerebro requiere trabajo y un compromiso a largo plazo. De hecho, según Leaf, se necesitan 63 días para que haya neuroplasticidad. Se requieren 21 días para analizar los pensamientos y comenzar el proceso de construcción, pero la neuroplasticidad real ocurre después de 63 días.

 

Así que ten paciencia; aun si buscas reconfigurar tu cerebro para que se vuelva menos ansioso, es posible que te sientas estresado después de completar los cinco pasos. No luches contra eso, pero tampoco pierdas la esperanza. Después de todo, cambiar tu cerebro no es tarea fácil. 

 

Imagen de portada: Freepik

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