Algunas personas parecen tener un don especial cuando se trata de entablar una conversación, mientras que para otras es una lucha contra la incomodidad para lograr cruzar unas palabras con los demás. Saber cómo iniciar una conversación es una habilidad social útil. Puede tratarse de una situación laboral, una romántica o simplemente un encuentro casual con algún conocido; saber cómo expresarte puede ayudarte a sentir mayor comodidad y seguridad en una amplia variedad de situaciones sociales.
Si una habitación llena de extraños es una pesadilla para ti, la idea de ir a una fiesta o un evento laboral puede ser todo un sufrimiento. Este tipo de situaciones sociales pueden ser especialmente difíciles si te domina la introversión, la timidez o la ansiedad. Una forma de aliviar esas sensaciones es prepararte previamente. Revisa mentalmente de qué quieres hablar, e incluso, considera practicar con un amigo. El primer paso para convertirte en un buen conversador es estar preparado.
Si tienes muchos nervios al comenzar una conversación, prueba estas simples estrategias antes de hacerlo:
Hay algunas cosas que es mejor evitar, a menos que estés muy familiarizado con la persona con la que hablas.
Los comentarios políticos, los chismes, las quejas y las bromas ofensivas pueden ser la forma en la que algunos inician las conversaciones, pero no es el mejor método para hacerlo. Puede causar incomodidad, además de que muchos no estarán de acuerdo en tu opinión. Cualquier cosa ofensiva, controvertida o incómoda se debe evitar al iniciar conversaciones.
Hay un momento y un lugar para expresar tu opinión o incluso intentar persuadir a otros, pero asegúrate de que estos temas sean bienvenidos, o podrían causar controversia.
Intenta iniciar tu conversación con optimismo. Evita quejarte o hacer observaciones negativas. No importa cuál sea la situación, puedes encontrar algo positivo que decir. Comenta sobre el clima, la comida, la empresa o el evento en sí. Incluso si la situación no es perfecta, intenta darle un giro positivo.
Las personas tienden a responder mejor a un comentario positivo que a uno negativo. Esto ayuda a demostrar que eres una persona agradable que presta atención a lo que sucede. Mantenerte positivo ayuda a que otras personas se sientan cómodas e interesadas en continuar una conversación contigo.
No todas las buenas conversaciones deben comenzar con una observación profunda y filosófica. Los simples comentarios o preguntas para romper el hielo son una excelente manera de comenzar. Al comentar sobre el clima, la habitación o la comida, entras a un terreno común entre dos extraños. Son rompehielos que funcionan y los pueden llevar a temás más profundos que pueden ayudar a forjar vínculos sociales entre la gente.
A veces, lo que no dices es tan importante como lo que dices. Al iniciar una conversación, es importante prestar atención a tu comunicación no verbal. El lenguaje corporal puede usarse para transmitir interés y emoción. Una expresión amistosa, una postura cómoda y un buen contacto visual, por ejemplo, pueden ayudar a demostrar que tienes interés genuino en aprender más sobre otra persona. Por el contrario, encorvarse, mirar hacia otro lado y fruncir el ceño, pueden hacer que tu interlocutor se sienta aburrido o desinteresado.
Puede ser intimidante tratar de hablar con alguien cuando parece que tienen poco en común. En estas situaciones, pide que la otra persona hable sobre sus propios intereses, trabajo o experiencia. Pregúntale qué hace y concéntrate en escuchar lo que tiene que decir. Las personas disfrutan hablar sobre cosas que les apasionan, por lo que expresar un interés genuino en lo que los otros disfrutan puede ser un excelente combustible para una gran conversación.
Una buena conversación no se basa en un solo enfoque. Las mejores discusiones involucran una mezcla de preguntas, escuchar lo que otras personas tienen que decir y compartir cosas sobre ti. Al principio puede ser difícil, especialmente si luchas con la timidez o la ansiedad social, pero ganar mucha práctica es la clave para sentirte más cómodo al hablar con otras personas.
Aprender a iniciar una conversación es una habilidad importante que puede ayudarte a establecer conexiones sociales en una amplia variedad de contextos.
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Con información de Verywell Mind