La ansiedad es un desorden que en los últimos años se ha hecho mucho más presente en la sociedad. Tal vez sea por la sobreestimulación que tiene tu cerebro día con día, o puede ser que también tenga una raíz en tu alimentación –ya que cuando consumes mucha azúcar o alimentos procesados, la ansiedad se agrava–; igualmente, puede deberse al estrés laboral, y la lista sigue. 

Se puede manifestar como palpitaciones rápidas, no poder respirar bien o tener sudoración excesiva. Cualquiera que sea el caso, es posible que si estás en el transporte público se vuelva mucho peor; el contacto con las demás personas, los climas extremos, la falta de circulación de aire, la vibra y el estrés de todos los demás. Todo esto puede contribuir a que te sientas peor, pero algo que sí es cierto es que siempre lo podrás controlar. Esto solamente depende ti y de qué tanto te conozcas. 

Si los viajes en transporte público son parte de tu rutina diaria, es probable que la ansiedad te invada, sobre todo en las llamadas horas pico. Ya sea porque vas retrasado y el exceso de gente hace que todo sea más lento, porque el mismo tumulto te produce estrés y ansiedad, o porque es temporada de lluvias y, además de que la gente pareciera multiplicarse, todo en las calles se vuelve más caótico. Los siguientes consejos te pueden ayudar a lidiar con este tipo de ansiedad. 

Sigue estos pasos para olvidarte de la ansiedad en tus trayectos

Respira; ante todo, respira profundo 

Es posible que cuando tengas un cuadro de ansiedad tu respiración se vuelva superficial, que sea corta y rápida. Detente un momento y primero, date cuenta de cómo respiras en un momento así. Después de eso, haz respiraciones conscientes. Puedes hacer una serie de tres respiraciones conscientes con el siguiente patrón: 

• Inhala en un conteo de 4. 
• Retén la respiración en un conteo de 2. 
• Exhala mientras cuentas hasta 7. 

Haz este ejercicio en el momento en que comiences a sentirte ansioso. Recuerda que entre más profunda y pausada sea la respiración, mejor funcionará. 

Busca distraerte 

Si te tocó la hora en donde hay más gente y realmente necesitas llegar a tu trabajo u hogar puntualmente, no tendrás de otra más que subirte y afrontarlo. Puedes llevar un buen libro contigo, aprender a tejer y hacerlo en tus traslados, o bien (la siempre confiable), escuchar música. 

Velo como un reto que sí puedes superar 

Por supuesto que tener ansiedad no es nada agradable. Es incómodo, no sabes hacia dónde huir y quisieras que todo terminara. Pues bueno, en este caso con el transporte público, lo puedes ver como un reto para superar. Créeme, todo pasa y no te sentirás peor; tan sólo respira, no te puede pasar nada realmente grave. Ten seguridad en ti mismo, y cuando llegues a tu destino, agradece porque lo pudiste hacer. 
 

Tómalo con calma, ve paso a paso 

Si realmente te da un ataque que crees que no puedes controlar y logras salir del transporte, tómate un par de minutos para caminar. No pasa nada, no lo veas como un fracaso o como si fuera lo peor del mundo. Para superar cualquier cosa necesitas tener calma y paciencia contigo mismo. 

Mantente hidratado, desayuna bien y no consumas mucha cafeína 

De acuerdo con la psicóloga Marlynn Wei, estar deshidratado y tener un nivel bajo de azúcar en la sangre puede hacer que te sientas mareado o enfermo, cosa que tu cuerpo interpreta como ansiedad. Así que si vas a enfrentarte a un largo y abarrotado viaje de ida y vuelta por la mañana, bebe mucha agua y toma un desayuno sólido. Puesto que demasiada cafeína también puede causar ansiedad, guarda esa taza de café extra para la oficina.

Cuando sientas que vas a comenzar a tener ansiedad, recuerda esta frase:

Sonríe, respira y tómalo con calma.

(Thich Nha Hanh)

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