Es cierto que hay momentos culminantes a lo largo de la vida que quedarán atesorados en tu memoria y corazón como los más felices, como la experiencia de tu primer amor, el día de tu graduación, el viaje increíble con tus amigos o el que te atreviste a hacer solo, el día de tu boda, el nacimiento de tu hijo… 

Sin duda, todos esos sucesos merecen que te sientas agradecido. Pero si esperas a que algo “grande” ocurra en tu vida para sentirte feliz y agradecer por ello, dejarás pasar muchas oportunidades para disfrutar de pequeños y sencillos detalles que mejoran tus días y te dan esa dosis diaria de felicidad y bienestar que necesitas. 

Por eso, es importante que constantemente renueves tu lista de cosas por agradecer, para que incluyas las cosas que pueden parecer sin importancia, pero que hacen la diferencia en tu vida. Al agradecer por todo, por lo grande y lo pequeño, esa gratitud que proyectas al universo regresará a ti multiplicada. 

Estos consejos te pueden ayudar a encontrar esas pequeñas joyas escondidas, por las que sería importante que agradecieras. 

1. Haz una lista de gratitud cada día

No todos los días ocurre algo muy relevante, pero si antes de ir a dormir te pones a pensar qué cosas disfrutaste ese día como para agradecer por ellas, te sorprenderás de lo afortunado que eres al tenerlas.

Además de agradecer por lo obvio, como tener salud, contar con la compañía de tus seres queridos y tener un hogar al cual llegar cada noche, piensa en las cosas más simples que te dan un buen momento o te roban una sonrisa.

De ahora en adelante, al término de cada día, haz una lista de gratitud en la que incluyas al menos 10 cosas por las que nunca hayas agradecido, pero que si no tuvieras, tu vida no sería la misma, como ese delicioso café que te preparas por las mañanas, el grupo de chat en el que tus amigos mandan chistes y memes que siempre te hacen reír, el estreno de la nueva temporada de tu serie favorita, la llegada del clima que te gusta.

Inténtalo y te sorprenderás de que en tu vida hay muchísimos pequeños detalles que te dan felicidad.

2. ¿Qué pasaría si no tuvieras lo que tienes?

Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y generalmente suele ser cierto. Muchas veces no valoras a las personas, cosas o situaciones hasta que ya no están o no las puedes tener o disfrutar.

Hay cosas a las que estás tan acostumbrado que no suelen pasar por tu mente cuando se trata de agradecer, como tener agua para beber y bañarte, contar todos los días con comida en tu plato, tener una cama para dormir y un sitio donde resguardarte, poder elegir lo que quieres hacer y a dónde ir.

¿Qué pasaría si perdieras todo eso? Seguro que tu vida sería mucho más difícil de lo que te parece ahora. Por eso, agradece por todo ello. Deja de quejarte por lo que te falta y empieza a agradecer por lo que tienes. Verás cómo tu visión del mundo se torna más positiva y empiezas a atraer lo bueno.

3. Comparte tu gratitud

Cuando compartes la gratitud, ésta se multiplica. No agradezcas sólo para ti. Si hay alguien involucrado en los hechos por los que estás agradecido, haz que lo sepan y comparte tu gratitud con ellos.

¿Cuándo fue la última vez que le agradeciste a alguien por ayudar a que tu vida sea mejor? Muchas veces se da por sentado que las personas saben que se les quiere y que se les agradece todo lo que hacen, pero es mucho mejor si se los dices claramente.

Agradece a ese compañero de trabajo que siempre te apoya para que los proyectos salgan adelante, al amigo que te contacta con frecuencia sólo para saludarte y saber cómo estás, al familiar que, aunque esté lejos, siempre recuerda tu cumpleaños, y a todas esas personas que hacen que tu vida sea un mejor camino.

Al hacer todo esto te darás cuenta de que aunque no tengas todo lo que desearías, eres muy afortunado por todo lo que tienes. Haz de la gratitud un hábito diario, y verás cómo empiezas a sentirte más pleno y feliz.

Con información de Greatist