La música es una parte importante en la vida cotidiana de prácticamente todo ser humano. Además de servir como entretenimiento, como método de relajación o como ayuda para inspirarte y concentrarte, la música también es benéfica para tu salud mental, sobre todo si además de escucharla la practicas e interpretas.

De acuerdo con una investigación realizada por científicos de la Universidad de Granada (UGR), tocar un instrumento o cantar podría prevenir problemas cerebrales o cognitivos asociados con el envejecimiento.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron la primera revisión sistemática de todos los estudios que se han llevado a cabo hasta la fecha acerca del efecto de la práctica musical sobre el envejecimiento cerebral, así como de los procesos cognitivos asociados.

Es bien sabido que con el envejecimiento, suelen llegar problemas cerebrales y mentales propios del deterioro natural que se da con el paso del tiempo. Sin embargo, investigaciones previas indican que estos cambios no son inevitables y que dependen, entre otros, del estilo de vida de cada persona.

El trabajo de los investigadores de la UGR, publicado en la revista PLOS ONE, concluye que la práctica musical, es decir, interpretar música a través de un instrumento o cantar, podría ser una actividad muy eficaz y prometedora en la prevención de los problemas cerebrales y cognitivos asociados con el envejecimiento.

Esto se debe a que la práctica musical involucra múltiples sistemas sensoriales y también el sistema motor. Además, se relaciona con procesos cognitivos de alto nivel, que implican operaciones mentales más elaboradas que la propia percepción. Adicionalmente, la práctica del canto se asocia con mejoras neurocognitivas tanto en niños como en adultos.

El autor principal del estudio, Rafael Román-Caballero, del Departamento de Psicología Experimental de la UGR, explica que las mejoras no se restringen a las habilidades directamente entrenadas con la práctica musical (por ejemplo, la capacidad auditiva o la destreza manual) sino que alcanzan otras habilidades cognitivas relevantes para muchas otras actividades, como una mayor velocidad de procesamiento de la información.

Esto puede hacer a la persona más eficiente para percibir, responder a los estímulos del medio y realizar operaciones mentales. También apoya la capacidad de control para regular aspectos como la conducta o la atención. Así, la práctica musical se asocia con mejoras cognitivas y cerebrales.

Aunque la práctica musical aporta beneficios a cualquier edad, los estudios indican que los beneficios son mayores mientras más tiempo se involucre la persona en dicha actividad. Así que lo ideal es comenzar a edades tempranas. 

Así que, si tienes hijos, sería buena idea que los introduzcas en la práctica musical y, por qué no, que los acompañes en ella para que también a ti te beneficie y tengas una vejez con una mejor salud mental.

Con información de UNAM Global