Pregúntate cuántas veces al día haces algo con tus manos, además de escribir en un teclado o un teléfono móvil. Parece ser que en la era tecnológica actual ya no se le da tanta importancia como antes a las manualidades. ¿Te acuerdas de cuando, de pequeño, jugabas con LEGOs o hacías cosas con plastilina e incluso con lodo? Diferentes estudios han demostrado que, por ejemplo, las personas que tejen son mucho menos propensas a sufrir de ansiedad o depresión, ya que esto tiene efectos parecidos a la meditación en tu cerebro.

Desde los tiempos antiguos, las manualidades han formado parte fundamental de la humanidad: la cerámica, el tejido, la elaboración de prendas y accesorios, la escritura, la pintura rupestre, la escultura y demás actividades artesanales y artísticas hechas con las manos, que han marcado la historia. 

Por ejemplo, en el siglo XIX, a las mujeres que tenían depresión o alguna afectación de índole mental se les recomendaba tejer. Puede sonar como algo simple, pero sólo ponte a pensar: si haces algo repetitivo entras en un estado de flow, tu cerebro genera ciertos neuroquímicos con las endorfinas y serotonina, y tus niveles de cortisol bajan. 

La psicóloga Valeria Sabater dice que la conexión mano-cerebro actúa como retroalimentación para favorecer el desarrollo neuronal. Esto se sabe desde hace mucho tiempo; por ello, a los niños se les inculca desde pequeños trabajar con sus manos para promover la motricidad fina y contribuir al desarrollo cognitivo. 

Al crear algo con tus manos y transformarlo, tu cerebro entra en diferentes procesos que contribuyen a la neuroplasticidad. Antes se pensaba que cuando llegabas a la adultez, ya no generabas nuevas neuronas. Esta idea se descartó hace algunos años, ya que se descubrió que el cerebro sí genera nuevas redes neuronales cuando se aprenden cosas nuevas, y nunca dejas de moldear tu cerebro. 

Para todo esfuerzo hay una recompensa 

El simple hecho de ponerte a colorear, tejer o esculpir no es lo que hará que tu depresión desaparezca. Si bien sí se generan químicos que contribuyen a tu bienestar, es necesario que lo complementes con algún tipo de terapia u otra ayuda psicológica. De esta manera podrás comprender mucho más lo que pasa en tu mente. Ahora que, si solamente lo quieres hacer como una actividad más, podrás sentir los efectos relajantes. 

Beneficios para el cerebro al trabajar con las manos  

• El cerebro libera endorfinas y serotonina, y se reduce la cantidad de cortisol (hormona relacionada con el estrés). 
• Se crean nuevas conexiones neuronales, por lo que se reduce el deterioro cognitivo. 
• Con pacientes que padecen depresión, tocar un instrumento, pintar o realizar alguna actividad manual los hace mucho más receptivos y pueden trabajar mejor para aliviar la depresión. 

Lo importante de trabajar con las manos es que sea una tarea creativa que te genere curiosidad, pasión e interés. Si no, se volverá tediosa y no te dará los beneficios que necesitas para mejorar tu estado de ánimo. 

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