De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
Esto significa que no sólo debes preocuparte por la salud de tu cuerpo sino también de tu mente, y por mantener un equilibrio en tus emociones. La salud mental es parte fundamental del bienestar, ya que un desequilibrio en ella puede afectar aspectos específicos de la vida escolar y laboral de los individuos, además de provocarles sentimientos de angustia.
En ese contexto, el suicidio está catalogado como la segunda causa de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Mientras que, en México, la tasa de casos de depresión aumentó aproximadamente un 36% entre 2014 y 2017.
Ante esto, la OMS creó el Plan de Acción sobre la Salud Mental 2013-2020, cuyo fin es “alcanzar la equidad a través de la cobertura sanitaria universal” con acciones claras, indicadores y metas para los estados miembros. Todo en un esfuerzo conjunto para aumentar la calidad de vida de las personas.
Aunque en el país existen programas gubernamentales encaminados a brindar apoyo psicológico a quienes lo necesiten, la realidad es que los mexicanos no tienen el hábito de recurrir a un psicólogo, generalmente por prejuicios e ideas erróneas sobre lo que significa una terapia psicológica.
“Hay una parte de la sociedad que cree que van al psicólogo sólo los que están locos”, señala Francisco Martínez León, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM.
El especialista agrega que las personas solamente piensan en ir al psicólogo cuando las herramientas y habilidades que tienen ya no son suficientes, cuando ya intentaron todo y están en crisis; sin embargo, sólo lo piensan, pues la mayoría al final no va a consultar con un psicólogo.
De acuerdo con Martínez León, el mexicano no asiste a servicios como terapias, debido a una cultura en la que ir al psicólogo no está bien visto, y en la que se tiene más la costumbre de acudir con un sacerdote o guía espiritual para tratar problemas o temas que lo afectan anímicamente.
“Vas al dentista cuando te duele una muela, vas a cientos de especialistas en la parte médica, pero cuando te duelen las emociones no acudes con nadie. Se lo cuentas a amigos o a tu pareja, pero realmente no se atiende la parte de la salud mental”, reflexiona el docente.
El especialista considera necesaria la existencia de programas y escuelas para padres con el fin de detectar comportamientos que no son saludables en sus hijos para recibir una atención psicológica adecuada.
Al respecto, Raúl Ramírez Pérez, experto en temas de suicidio y egresado de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, comentó que en el intento de suicidio intervienen dos grandes factores: la salud mental y la familia.
En este sentido, la familia debe ser consciente de la importancia de un tratamiento adecuado para el paciente. “No existen campañas adecuadas o que sean más notorias en cuanto a la salud mental, que se deberían generar desde el jardín de niños, primarias y secundarias”, afirma Ramírez Pérez.
Acudir al psicólogo “es para cuando necesitas una ayuda, cuando te sientas solo, cuando necesitas a alguien que te escuche y te apoye; y eso no quiere decir que estés loco”, concluye Martínez León.
La intervención de un profesional de la salud mental en la vida de una persona debe ser considerada como parte de su desarrollo integral. Por ello, no debes sentirte mal si te encuentras en una situación en la que necesitas apoyo psicológico. Es normal y válido que no puedas lidiar con todos los problemas y situaciones que se te presenten a lo largo de la vida.
Por ello, libérate de prejuicios y si lo consideras necesario busca ayuda profesional para afrontar lo que te abruma. En esta nota puedes conocer algunas de las variantes de terapias psicológicas que existen, para que decidas cuál es la más adecuada para tus necesidades: Conoce 7 tipos de terapia psicológica y elige la mejor para ti.
Con información de UNAM Global