Según la grafología (que es la rama de la psicología que estudia características psicológicas y de personalidad a través de un examen de la escritura manuscrita) las personas realmente escribimos con el cerebro, no con la mano. Esto significa que todo lo que somos capaces de expresar con nuestras habilidades físicas tiene un origen profundo en nuestra conciencia, que va más allá de lo corporal.

La grafología asegura que es posible identificar rasgos del carácter con el simple hecho de analizar la manera en que se escribe, ya que todo lo que nos pasa por la mente encuentra su reflejo en aspectos expresivos que salen al exterior. Tanto cualidades como defectos pueden observarse en los trazos a mano, y por lo tanto, se considera posible incidir en ellos si se modifica conscientemente la manera en que hacemos nuestra letra. A esta técnica terapéutica se le conoce como grafoterapia.

La grafoterapia tiene ese objetivo: modificar aspectos de la conducta y la personalidad que no nos gustan o que nos perjudican, haciendo ejercicios específicos para cambiar rasgos concretos de los trazos a mano. Se afirma que mediante esta técnica se obtienen consecuencias positivas en la psique de quien la practique. ¿Cuál es la explicación? Los movimientos de la mano al momento de escribir se interiorizan y “reprograman” los aspectos conductuales que representan.

Según la psicología, la escritura está basada en 12 movimientos ubicados dentro de un plano cartesiano y cada movimiento corresponde a un aspecto de la conducta humana. Al tener conciencia de las funciones de cada movimiento es posible propiciar los nuevos órdenes conductuales que estemos buscando, con el fin de corregir ciertos defectos de carácter.

La grafoterapia puede ser aplicada a cualquier edad y en cualquier tipo de paciente que desee hacer estos cambios. Algunas de las afecciones que la grafoterapia puede corregir son: disgrafía, dislexia, ansiedad, agresividad, baja autoestima, impaciencia, hiperactividad, fobias, desórdenes alimenticios, problemas de memoria y problemas de concentración. Con disciplina y constancia, es posible alcanzar resultados en poco tiempo. Interesante, ¿no?