Día a día, ya sea dentro de nuestra familia o en nuestros círculos sociales, todos estamos expuestos a las críticas. La mayoría de las veces, podemos aprovecharlas para mejorar y crecer como personas; sin embargo, también existen situaciones en las que ser criticado puede volverse francamente intolerable, por ejemplo, cuando las críticas que recibimos son malintencionadas o cuando tenemos poca tolerancia a ser expuestos o señalados. Si alguno de estos es tu caso, te hemos preparado algunos tips para convertir a las críticas en tus aliadas, y volverte una mejor persona.
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1. ¿Quién te critica?
La crítica es tan importante como la persona de donde viene. Si tu trabajo es criticado por un experto, entonces debes tomarte esa crítica muy en serio y tratar de sacarle provecho, pero si la crítica proviene de una persona que no sabe de lo que habla y solamente desea hacerte pasar un mal rato, sus palabras no tienen absolutamente ningún valor y no tiene caso que repares siquiera en ellas.
2. ¿Esta crítica tiene que ver directamente conmigo?
Mucha gente critica a los demás para evitar enfrentarse a sus propias frustraciones. Si quien te critica se encuentra insatisfecho consigo mismo, es muy probable que sus señalamientos no tengan nada que ver contigo (aunque estén dirigidos a ti). Las personas insatisfechas o infelices, muchas veces eligen "chivos expiatorios" en los que se proyectan y terminan atacando. Si te critica alguien así, recuerda que no tiene que ver contigo; parece personal, pero no lo es.
3. Identifica las críticas constructivas
Algunas veces quienes te critican tienen un genuino interés en ayudarte a mejorar; no todas las críticas provienen de una necesidad de dañar o de ensañarse contigo. Cuando recibas críticas constructivas agradece y aprovéchalas, siempre es posible aprender de las personas que nos rodean si estamos abiertos a escuchar y autoexaminarnos.
4. Aprende a diferenciar la crítica de la envidia
Cuando alguien comienza a tener éxito o notoriedad en algo no tardarán en aparecer individuos que intenten desmoralizarlo, tratar de convencerlo de que no tiene talento, o menospreciar su trabajo. Escudadas bajo el argumento de la crítica y la libertad de expresión, estas personas en realidad buscan expresar la amargura que les provoca que otros destaquen. Diferenciar entre crítica y envidia es muy sencillo: una crítica estará argumentada y señalará una falta real y verificable; la envidia, por otro lado, atacará directamente a la persona y se valdrá de calumnias y no de argumentos.
5. Toma los aplausos del mismo modo en que tomas las críticas
Tambien te encontrarás con gente que te seguirá y celebrará tus logros, pero tampoco te dejes deslumbrar por la atención ni te vuelvas dependiente de ella. Los halagos, al igual que la insidia, deben tener la misma influencia sobre tu trabajo y tu estado de ánimo: ninguna. Sé un individuo feliz que ama y se entrega a lo que hace porque así lo has decidido, y no por la aceptación o rechazo que eso pueda provocarle a los demás.