Todos los días buscas ser feliz, tomas decisiones y haces cosas que en teoría te ayudarán a serlo. Por otro lado, también hay ciertos hábitos que te roban felicidad. A veces no te das cuenta de que eso que haces te causa mucha más ansiedad y estrés, y a la larga no te ayuda a ser feliz, sino todo lo contrario.
Los siguientes son algunos de esos hábitos que has adquirido de forma inconsciente y que impiden tu felicidad.
Es muy fácil mirar a alguien más e inmediatamente compararte con su situación, su físico o cualquier otra cosa. Sin embargo, este es uno de los hábitos que más daño te hacen. Básicamente porque cada persona es única, así que no tendrías por qué buscar ser o tener lo que otros son y tienen. Nadie es perfecto, también recuerda eso y ten presente que la historia de cada quien es única e irrepetible.
Al hacer esto, te deslindas de cualquier responsabilidad, no sólo de tus acciones sino incluso de tus emociones. Pero si no tomas en cuenta que solamente tú puedes controlar esto, seguirás en la búsqueda de que alguien más sea el responsable por tu malestar.
No importa cuáles sean tus circunstancias en la vida, tienes mucho por lo que estar agradecido. Cada día que respiras es una oportunidad para trabajar hacia tus metas, servir a los demás y encontrar todas las pequeñas alegrías de la vida. Cuando eres ingrato, desechas la importancia y el valor de todo lo que tienes.
La gratitud cambia tu vida. Estar agradecido cambia tu enfoque de lo que no tienes hacia lo plena y maravillosa que es tu vida. No importa cuán exitoso seas, a menos de que tomes el tiempo para contar tus bendiciones, nunca sentirás que tienes suficiente. La gratitud reduce el estrés, trae paz mental y te hace más resistente y cuidadoso.
Naturalmente tu cerebro está cableado para alertarte de cualquier peligro, pero si lo haces constantemente y vives en estrés y ansiedad, entonces puede ser paralizante. El temor a fallar o a no hacer las cosas como te imaginaste te genera estrés y más que ayudarte a ser feliz, todo se hará más tedioso.
Es frustrante gastar mucho tiempo y esfuerzo en hacer planes, sólo para descubrir que la vida te ha llevado por un camino completamente diferente. "Así no es como se supone que deben ser las cosas", te dices a ti mismo. Parece tan injusto, porque lo tenías todo planeado.
Si eres fanático del control, toma nota: lo mejor que puedes hacer por ti mismo es darte cuenta de que no siempre estás en el asiento del conductor. Puedes usar todo tu tiempo y energía en la búsqueda de encontrar la manera perfecta de planear y predecir el mundo que te rodea, pero las cosas no siempre van a salir como tú quieres. Tienes que aprender a dejar ir.