Usar el tiempo en preocuparte por todos los pendientes que tienes en el día, los problemas en el trabajo, con la familia, etcétera, sin duda puede ser algo sumamente agotador. Si te dijeran que lo más sano es darle un lapso a esas preocupaciones, ¿lo intentarías? 

Pues de acuerdo con diferentes expertos, cuando decides poner todas tus preocupaciones dentro de un rango de tiempo, te sentirás mucho mejor a lo largo del día. Asimismo, puede ayudar a mejorar tus relaciones, porque si te la pasas con todas esas voces en tu cabeza, ¿entonces cómo puedes ponerle atención realmente a las personas con las que te encuentras? 

Agenda tiempo para preocuparte 

La realidad es que no existe una herramienta mágica que vaya a terminar con todas tus preocupaciones en un instante. Básicamente si tú no haces algo al respecto para que esto termine, entonces no lo lograrás. Como cualquier hábito, requiere disciplina y paciencia. 

Esta es una herramienta que se utiliza mucho en la terapia cognitivo-conductual y resulta ser una de las más efectivas para que dejes de preocuparte todo el tiempo. Tan sólo necesitas 30 minutos de todo tu día para que lo único que hagas sea preocuparte. 

De esta manera, cuando veas que estás dándole vueltas a algo en el día, podrás recordar que no es momento para hacerlo. Cuando estés dentro de esos 30 minutos preocúpate todo lo que sea necesario, pero una vez que se acabe el tiempo, regresa a lo que hacías y olvídate de las preocupaciones. 

También tienes que aprender cómo preocuparte de forma consciente. Escribe sobre tus miedos y preocupaciones con todo el detalle posible. Así podrás encontrarle soluciones mucho más rápidas a tus problemas. Te darás cuenta de que las respuestas estaban ahí, pero ese bucle negativo en el que entras cuando te preocupas no te permite ver con claridad. 

¿Y por qué funciona este ejercicio? 

Una razón es porque las preocupaciones ocupan mucho tiempo de tu vida. Entonces, cuando decides ponerles un límite, descubres que tienes mucho espacio libre y cosas que puedes hacer. 

Tips para empezar 

1. Elige 30 minutos de tu día para preocuparte. 

2. Mantén este hábito lo más posible. Es algo que tienes que hacer todos los días, sin ningún tipo de excusa. 

3. Si te comienzas a preocupar en horarios en los que no deberías, recuérdate a ti mismo que no es momento y que tienes que regresar al aquí y el ahora. 

4. Pon una alarma de 30 minutos. 

5. Siéntate y piensa o escribe todo lo que se te venga a la mente en un diario o agenda.