La luna de este 3 de diciembre será la más grande y luminosa del año: brillará 16% más y se apreciará 7% más cerca que la luna llena promedio. Es una ocasión especial, que vale la pena aprovechar para un ritual de final de año.

Diciembre suele ser un mes de diversión, rara vez definimos planes y metas porque nos parece más lógico (y cómodo) posponer ese esfuerzo hasta enero. Pero este evento astronómico abre una ventana energética que vale la pena aprovechar para sembrar decretos. Después de todo, cada fin es también un inicio.

El ritual que te propongo puedes hacerlo de manera individual, o compartirlo con tus personas cercanas. En esta ocasión, más que una meditación, es una celebración para fijar intenciones desde el corazón y con base en la gratitud.

1. Vístete de colores claros y arréglate con entusiasmo, como si fueras a una fiesta muy especial. Lleva contigo una libreta.

2. Elige un espacio para el ritual; límpialo y ordénalo para que la energía fluya libremente.

3. Reúne un prasad: frutas, semillas o dulces que se cargarán esta noche.

4. Si estás en pareja, siéntate frente a esa persona con tus manos en sus rodillas; si es un grupo, formen un círculo cerrado y coloquen sus manos en las rodillas de quienes tienen a un lado.

5. Contempla la Luna mientras respiras por la nariz; si no puedes verla, cierra los ojos e imagina su luminosidad.

6. Agradece por lo que has vivido en estos 11 meses del 2017, lo bueno y lo malo. Todo hoy forma parte de tu historia.

7. Piensa cómo te gustaría cerrar los ciclos que aún quedan abiertos de este año y, por lo tanto, cómo quisieras abrir el 2018.

8. Deja que los atributos fluyan por tu mente: enfoque, calma, amor, entusiasmo, liberación… todos son válidos. Escríbelos en tu libreta.

9. Tómate el tiempo que sea necesario, y si estás en grupo, mantente en silencio hasta que todos terminen de anotar sus decretos.

10. Cierra con una reverencia a la energía lunar que hoy nutre tus aspiraciones de bienestar.

11. Disfruta el prasad y, desde el corazón, comparte tus decretos con quienes te acompañaron en este ritual.

NAMASTE.