Alcanzar nuestro peso ideal a veces se convierte en todo un reto, pero llegar a la meta no significa el fin del viaje. Al contrario, marca el inicio de una nueva etapa en la que inevitablemente enfrentaremos la pregunta: ¿cómo mantener los buenos hábitos a largo plazo? Y es que una vez que logramos el peso saludable, nuestro primer impulso suele ser dejar los buenos hábitos y caer en tentaciones. Afortunadamente, hay cosas que podemos hacer para mantener un peso saludable. Estos son cinco puntos para guiarte en este proceso:
1. Deja de pensar que estás “a dieta”
Emocionalmente solemos relacionar la dieta con un castigo y nos volvemos como niños que no pueden esperar a salir al recreo. Esto puede generar tensiones y frustraciones innecesarias en nuestro interior. Para recuperar el equilibrio es necesario cambiar nuestro enfoque y recordar que tenemos control sobre nuestras emociones y decisiones. Si decidiste recuperar tu peso para llevar una vida más saludable, entonces ya no estás a dieta, ahora estás practicando hábitos que te hacen feliz y te proporcionan una vida más balanceada. La mejor dieta es aquella en la que no estás a dieta.
2. No te obsesiones con las calorías
Contar calorías suele ser otro aspecto estresante. Una vez más, es necesario un cambio de perspectiva. Lo mejor es aprender a calcular nuestras porciones y enfocarnos en balancear alimentos saludables como cereales enteros, carnes magras, frutas, verduras, yoghurt con probióticos y grasas buenas.
3. Concéntrate en disfrutar de los sabores
La comida saludable puede ser deliciosa. Plantearnos un cambio de hábitos puede ser el inicio de una exploración de nuevos sabores, texturas y combinaciones. Agasajar el paladar y cuidar de nuestra salud son perfectamente compatibles, sólo es cuestión de animarnos a experimentar con nuevas recetas.
4. Consume probióticos
Incluir probióticos en tu alimentación contribuye a una mejor absorción de los nutrimentos en el intestino, lo cual beneficia tu salud digestiva. Además, los probióticos fortalecen la interacción de la microbiota con el sistema inmune, mejorando nuestra respuesta frente a las enfermedades. Por otro lado, consumir yoghurt con probióticos tiene beneficios adicionales, pues los cultivos lácticos del yoghurt ayudan a la digestión de la lactosa, reduciendo los malestares digestivos.
5. Pésate periódicamente
Puede ser que visitemos la báscula cada semana o cada 2 semanas pero es importante no dejar de hacerlo, ya que el proceso de estabilizar y mantener nuestro peso es una tarea continua. Además, notar las fluctuaciones en la báscula nos ayuda a comprender mejor los ciclos de nuestro cuerpo y emociones, así como los efectos de nuestros hábitos y actividades. Este conocimiento es invaluable para mantenernos en equilibrio con nuestro cuerpo y conservar un peso saludable a largo plazo.