El metabolismo es, grosso modo, el proceso mediante el cual nuestro cuerpo convierte ciertas sustancias químicas en lo que necesita para mantenernos con vida. En este sentido, el metabolismo es un proceso amplio que involucra muchos sistemas de nuestro organismo y prácticamente en todos sus niveles, desde las células hasta órganos mayores como el hígado o el sistema nervioso.
En años recientes, uno de los enfoques de la fisiología y la nutrición ha buscado incidir directamente en el metabolismo para hacerlo más eficiente y, de esta manera, consolidar nuestro bienestar corporal. Así, quizá hayas escuchado hablar de metabolismo en términos de “lento” o “rápido”, y esto es porque esa transformación de nutrientes a la que aludimos antes, ocurre a cierta velocidad en función de los nutrientes mismos, las circunstancias en que esta ocurre y la persona en quien ocurren.
Así, por ejemplo, un jugo de naranja no será metabolizado de la misma manera por un niño que se encuentra en etapa de crecimiento que por una adolescente en pleno cambio hormonal que por un adulto joven que pasa buena parte de su día sentado frente a una computadora. Y aun en este último caso, el procesamiento será muy distinto si esa persona es hombre o mujer, o si ese día corrió algunos cuantos kilómetros por la mañana o simplemente despertó y acudió al trabajo. En general la actividad física acelera el metabolismo, lo cual se traduce en un mejor aprovechamiento de los nutrientes que consumimos y, por ende, en un estado general de bienestar.
A partir de esta premisa, a continuación te compartimos 5 hábitos que podrías estar practicando y que, sin saberlo, vuelven más lento tu metabolismo. Si sabes de otras, ¡no dudes en compartirlas con nosotros y la comunidad de harmonía en la sección de comentarios!
Evitas la cafeína
La cafeína es un gran estimulante del sistema nervioso y, en el caso específico del metabolismo, se calcula que tan solo por sus efectos puede quemar un promedio de 100 calorías por día. Además, te recordamos que además del café, otras bebidas ricas en cafeína son el té verde y el té negro.
No incluyes proteínas en tu dieta
Las proteínas son indispensables para el buen funcionamiento del cuerpo, en especial de los músculos, aunque no solamente. De nuevo un cálculo aproximado asegura que con incluir una cantidad adecuada de proteínas puede aumentar en 35% tu quema de calorías cotidiana, únicamente por la vía del metabolismo. Y recuerda que estas no se encuentran únicamente en la carne, sino también en las leguminosas, las nueces y otros tipos de alimentos.
No comes lo suficiente
Tal vez creas que comiendo poco o saltándote comidas te hace bien, pero lo cierto es que ocurre justamente lo contrario. No comer provoca que tu metabolismo se ralentice, de ahí que desde hace unos años los nutriólogos recomienden hacer entre 5 y 6 comidas al días, en las cuales algunas pueden ser únicamente una fruta o un puñado de nueces o semillas, lo cual basta para mantener nuestro metabolismo activo, funcionando y quemando energía acumulada.
Evitas los lácteos
La leche y sus derivados son una gran fuente de nutrición y energía para los músculos y el metabolismo, en especial por su riqueza en proteínas. En particular, los lácteos ayudan a construir músculo, lo cual ayuda al metabolismo en general.
Eliminas totalmente los carbohidratos
Sabemos que actualmente sobre los carbohidratos pesa una mala reputación, pero la realidad no es solo que no son malos, sino que además son necesarios. El truco consiste en saber elegir los mejores. Cereales como el maíz o el arroz integral, por ejemplo, son algunas de las mejores opciones, o vegetales como las zanahorias.