Los pescados y mariscos son uno de los menús favoritos del verano. Y con razón, pues además de ser versátiles, frescos y deliciosos aportan una gran cantidad de proteínas y ácidos grasos saludables al organismo. Sin embargo, estos alimentos están relacionados con múltiples enfermedades debido a los altos niveles de polución de los océanos, que pueden llegar a contaminarlos provocando intoxicación e infecciones en quienes los comen.
También lee: Dieta mediterránea, sana y deliciosa
Si quieres consumirlos de forma segura, aquí te decimos todo lo que necesitas saber para no arriesgar tu salud:
1. Dónde comprar
Evita los tianguis y las hieleras. Cuando vayas a comprar pescados o mariscos, procura hacerlo en supermercados o establecimientos especializados que tengan refrigeradores a la temperatura adecuada para la conservación de los productos.
2. Fíjate a la hora de elegir
Cuando vayas a comprar, hazlo en lugares que cuenten con refrigeración adecuada y presta atención a estos tres factores:
3. Consérvalos apropiadamente
Tanto los pescados como los mariscos deben mantenerse en refrigeración. Guárdalos en recipientes con tapa o bolsas selladas y procura sacarles todo el aire. No permitas que se descongelen si no piensas consumirlos o prepararlos en ese momento.
4. Conoce su duración en refrigeración
Para evitar consumirlos en mal estado es importante saber cuánto duran en refrigeración: los mariscos duran de 3 a 5 días, los pescados azules se deterioran antes que los blancos y duran de 4 a 6 días, mientras que los blancos pueden llegar a durar 1 semana y media.
5. Cuando vayas a comer
Revisa sobre todo los pescados y mariscos empanizados y capeados. Huélelos antes de probarlos y no los comas si percibes un olor a amoníaco, que indica que ha iniciado su proceso de descomposición. La consistencia debe ser lisa y tersa, no deben estar despedazados o grumosos ni presentar manchas.
También lee: ¿Anemia? Estos son los mejores alimentos con hierro