El desayuno es la comida más importante del día. Además de que no hay nada más estimulante que despertar y recibir el día con algo delicioso y nutritivo para comer, tener el hábito de desayunar correctamente nos puede traer beneficios increíbles para la salud y para mantenernos en forma y sintonía con nuestro cuerpo, aumentando las energías y defensas con las que nos enfrentamos a la rutina diariamente. No obstante, a veces no es tan sencillo saber de qué manera podemos procurarnos desayunos adecuados además de ricos; por eso, a continuación te presentamos algunos tips para hacer de ese momento de la mañana algo totalmente saludable y delicioso:
1) Las proteínas de la leche y el huevo nos brindan energía. Una combinación ganadora es preparar un enérgico desayuno que incluya huevo en cualquiera de sus posibilidades (revuelto, cocido, estrellado) sin demasiado aceite y con una rebanada de pan integral y un vaso de leche. Las proteínas que nos otorgan estos elementos son necesarias para tener energía y mantener nuestros músculos en forma, además de que el calcio de la leche fortalecerá los huesos y dientes.
2) La fibra de los cereales beneficia nuestra digestión y procesos metabólicos. Incluir semillas en nuestra dieta hará que nuestro aparato digestivo se mantenga saludable y procesando los nutrientes de manera adecuada. Habrá que evitar el exceso de azúcar en este tipo de alimentos y preferir la fruta para acompañarlos si buscamos algo dulce.
3) Los cocteles de frutas naturales sin miel ni crema batida nos proveen las vitaminas que necesitamos, pero hay que recordar que la fructosa es un endulzante natural contenido en las frutas y que su consumo en exceso es casi equivalente a los azúcares refinados; por eso, la mejor forma de consumir un buen coctel o licuado será no mezclar más de tres tipos de fruta y tampoco añadir otro tipo de endulzantes.
4) El café es un gran estimulante siempre y cuando no lo tomemos solo, esto evitará la irritación del estómago. El café tiene una acidez muy alta y lo mejor será tomarlo después de haber ingerido el resto del desayuno.
5) Dedicar tiempo para desayunar sentados, sin prisa y evitando las comidas para llevar es la mejor opción para que se asimilen de manera adecuada los nutrientes que necesitamos. Debemos evitar pasar largas horas de ayuno, ya que esto propicia un desbalance en el organismo y en esta situación es probable que acumulemos niveles altos de carbohidratos y grasas, pues el cuerpo no podrá saber en qué momento vendrá la próxima comida y comenzará a reservar energías que, a la larga, harán que aumentemos de peso.
El desayuno es la base de la alimentación y merece su espacio; de lo contrario, podríamos pasar el resto del día somnolientos, hambrientos, de mal humor y con deficiencias nutricionales. Todo es cuestión de dedicar tiempo. Tener buenos hábitos alimenticios es una tarea sencilla si no perdemos de vista el lugar tan importante que tiene el desayuno. Siempre podremos encontrar y crear combinaciones saludables y deliciosas.