La rutina que llevamos todos los días suele ser bastante demandante, y tiende a poner en riesgo nuestra correcta alimentación. Ya sea que las exigencias del trabajo, la escuela o el hogar comprometan nuestra nutrición o que la por la prisa que solemos tener no cuidemos lo que comemos, las consecuencias de alimentarnos de manera deficiente pueden ser muchas.

Uno de los mayores problemas que surgen al alimentarse mal es la capacidad de nuestra mente para realizar sus funciones. Por eso, es básico cuidar lo que comemos y darle al cerebro los nutrientes que necesita.

1. Recárgate de fibra

De acuerdo con Max Lugavere, un cineasta, autor y experto en salud mental, la fibra es básica en una alimentación que procure la salud del cerebro. Esto ocurre porque la fibra nutre las bacterias que producen ácidos grasos de cadena corta, los cuales potencian proteínas productivas del cerebro como la FNDC, la cual se asocia con una mayor neuroplasticidad y neurogénesis. Para incluir fibra en  la alimentación diaria se recomienda consumir ensaladas, brócoli, coliflor y repollo.

2. Evita los alimentos procesados con mucha azúcar

Cuando comemos demasiados alimentos procesados con mucha azúcar, los niveles de glucosa en la sangre aumentan. Esto provoca daño en las venas y arterias y afecta procesos como la glicación, lo cual afecta las proteínas que ayudan a la mente. Tan es así, que muchos casos de Alzheimer se asocian con una dieta alta en azúcar.

3. Come muchos hongos

El consumo de hongos en la alimentación, por ejemplo, mediante una deliciosa hamburguesa de portobello, se relaciona con una mente más sana. Diversos estudios han demostrado que los hongos contienen antioxidantes que reducen el envejecimiento del cerebro.

4. Añade aceite de oliva

Cuando prepares tus alimentos, añade aceite de oliva. Este elemento es antiinflamatorio y previene enfermedades cardiovasculares y también cáncer. Además, ayuda a la limpieza de toxinas del cuerpo y la mente.

5. Modera el consumo

Todo con moderación puede ser bueno, o al menos no dañino. En cambio, los consumos excesivos de cualquier alimento –incluso los más saludables– pueden afectar la salud. Una dieta balanceada puede incluir papas o diversos carbohidratos, mientras se equilibren de manera correcta con el resto de los alimentos y las actividades físicas de la persona.

Excepto si eres vegetariano, se recomienda incluir un poco de carne roja en la dieta diaria. Sobre todo para la salud del cerebro. Lugavere recomienda su consumo de dos a tres veces por semana, pues la carne roja contiene nutrientes que son buenos para la mente.

Los seres humanos somos una mezcla entre cuerpo y mente. Por eso, al momento de cuidarnos es imprescindible que consideremos todos los aspectos que nos conforman, y nutrirse para potenciar las capacidades de la mente puede mejorar significativamente nuestra calidad de vida.

Con información de Well and Good