Existen diferentes tipos de grasas, y no todas son malas. Por ejemplo, las grasas “buenas”, por llamarlas de alguna manera, aportan beneficios en la salud del cuerpo, y pueden ser monoinsaturadas o poliinsaturadas. Están presentes en los aceites de origen vegetal, en las nueces, almendras y demás frutos secos y en alimentos como el salmón o el aguacate.
Este tipo de grasas previenen enfermedades cardiovasculares, controlan los niveles de azúcar y colesterol en la sangre y benefician el funcionamiento de las células y del cerebro en general, entre otras funciones.
Por otro lado, las grasas “malas”, que son en realidad las grasas saturadas y grasas trans, tienen efectos contrarios en la salud del cuerpo. El consumo de este tipo de grasa aumenta los niveles de colesterol y el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, y también se relacionan con la obesidad e incluso con el cáncer. Estas grasas son las que distinguen a la comida rápida, las galletas, los pasteles, la mantequilla, los alimentos fritos, etcétera.
Te recomendamos: Expertos recomiendan los mejores alimentos para cada hora del día
Esta vez queremos centrarnos en uno de los efectos negativos de las grasas trans: su daño en la memoria.
De acuerdo con un estudio realizado por la doctora Beatrice A. Golomb, de la Universidad de California en San Diego, los hombres menores de 45 años que consumen altas dosis de grasas trans tienen un menor rendimiento en relación a su memoria que las personas cuyo consumo de grasas trans es menor.
Los motivos de este descubrimiento no quedan del todo claros. Por un lado, se atribuye a que las grasas trans estresan a las células del cerebro, haciendo que disminuyan sus capacidades cognitivas. Otra idea es que las grasas trans se relacionan con la inflamación, y la inflamación del cerebro se vincula con pérdida de memoria, como es el caso del Alzheimer. Por último, también se cree que las grasas trans pueden afectar la memoria al reducir la producción de omega 3 que beneficia el funcionamiento de la mente.
Además, el consumo de grasas trans se ha vinculado con diversos efectos negativos en el metabolismo, como el alza en los niveles de grasa en la sangre, inflamación y problemas cardíacos.
Sigue con: ¿Por qué comemos por ansiedad?
La grasa trans se encuentra en alimentos de comida rápida, en pasteles y galletas, en comida lista para hacerse después de congelada, en la comida frita y en las palomitas de microondas, por nombrar algunos ejemplos.
No te pierdas: ¿Cómo mejorar la memoria a través de la respiración?
Fuente