Antes del internet, los consejos iban de boca en boca y cada vez se descomponían más. Aunque son muy populares y repetidos, debes evitar los siguientes consejos cuando buscas bajar de peso.
Es posible que hayas escuchado que el desayuno es el alimento más importante del día o que es necesario desayunar para estimular tu metabolismo después de dormir toda la noche, razones por la que muchas personas se obligan a comer por la mañana, incluso si no tienen hambre. Sin embargo, desayunar no es necesariamente beneficioso para perder peso.
De hecho, en algunos estudios se ha demostrado que comer o saltarse el desayuno tiene muy poco efecto sobre el peso y que no desayunar puede incluso resultar en una pérdida de peso ligeramente mayor. En un estudio, las personas que se saltaron el desayuno comieron 144 calorías más en el almuerzo, en comparación con las personas que habían comido el desayuno. Sin embargo, al final del día, su ingesta total de calorías fue de 408 calorías menos.
Saltarse el desayuno es una forma de ayuno intermitente que a algunas personas les ayuda a perder peso. El ayuno intermitente también puede tener varios beneficios para la salud. Todos los cuerpos son diferentes, así que si no tienes hambre por la mañana, no hay razón para desayunar. Si tienes hambre, asegúrate de tomar un desayuno rico en proteínas para estar más satisfecho y ser menos propenso a comer en exceso en las siguientes comidas
Cuando intentas bajar de peso, la recomendación popular es que no subas a la báscula todos los días, porque el peso corporal depende de varios factores y todos los días puede variar. Si bien esto parece tener sentido, lo contrario también puede ser cierto.
En un estudio de 6 meses, las personas con sobrepeso u obesidad que subieron a la báscula todos los días consumieron menos calorías y perdieron en promedio 6.6% de su peso corporal en comparación con el grupo de control, que perdió menos del 1%.
En otro estudio, los investigadores que analizaron los hábitos de 40 individuos con sobrepeso encontraron que aquellos que no se pesaban a menudo tenían un mayor riesgo de aumento de peso. Pesarse con frecuencia puede promover la responsabilidad y confirmar que el objetivo de bajar de peso va en la dirección correcta.
Los jugos son populares, y la verdad, pueden ser muy ricos. Los defensores de esta práctica afirman que con una dieta con jugos de detox es posible perder hasta 4.5 kilogramos en una semana y eliminar las toxinas del cuerpo.
Sin embargo, hay muy poca investigación que demuestre que los jugos de detox son seguros o efectivos. En un estudio, un grupo de mujeres bebió una mezcla de jugo de limón y jarabe con menos de 500 calorías durante 7 días. Las participantes perdieron peso y se redujo su resistencia a la insulina. Cualquier dieta tan baja en calorías provocará pérdida de peso, pero es poco probable que produzca resultados duraderos.
Uno de los problemas de beber jugos detox para perder peso es que no establece el tipo de hábitos alimenticios saludables necesarios para mantener la pérdida de peso a lo largo del tiempo. Es más: estos jugos tienden a ser altos en azúcar pero bajos en proteínas, lo cual es una mala combinación para el control del apetito y la salud.
El consejo convencional es perder peso lentamente para tener más posibilidades de mantenerlo en el rango ideal. Hacerlo de esta manera está bien, aunque en nuevas investigaciones se indica que perder peso rápidamente al principio no aumenta el riesgo de recuperar lo perdido. De hecho, perder peso rápidamente parece ser beneficioso para la pérdida de peso a largo plazo.
En un estudio se encontró que las personas que perdieron peso rápidamente durante el primer mes tenían cinco veces más probabilidades de perder el 10% de su peso corporal en 18 meses, en comparación con aquellas que perdieron peso lentamente.
El ejercicio cardiovascular, también conocido como ejercicio aeróbico, reduce los niveles de estrés y beneficia al corazón y la salud en general. Sin embargo, el cardio no es la mejor estrategia de ejercicio para perder peso.
La respuesta de pérdida de peso al ejercicio cardiovascular depende en gran medida de cada persona. Algunas pierden peso en respuesta al ejercicio cardiovascular, mientras que otras lo mantienen o se incrementa un poco. La mejor estrategia para ponerse en forma y mantener la masa muscular mientras se pierde peso es combinar el entrenamiento de fuerza con cardio.
A pesar de la opinión popular, no todas las grasas son malas para la salud y evitar todos los alimentos grasos no necesariamente te ayudará a perder peso. La grasa tiene el doble de calorías que las proteínas o los carbohidratos, pero también es muy abundante y lleva mucho tiempo digerirla.
Las dietas estándar bajas en grasas, en las que la grasa comprende menos del 30% de todas las calorías, generalmente tienen un historial más pobre que otras dietas, como las dietas bajas en carbohidratos, en lo que respecta a la pérdida de peso. De hecho, los alimentos que son naturalmente ricos en grasas, incluidos los aguacates, las nueces y el coco, pueden ayudar a perder peso.
Por su parte, los productos lácteos enteros contienen una grasa llamada ácido linoleico conjugado, que se ha relacionado con la pérdida de grasa corporal y una mejor sensibilidad a la insulina. Por el contrario, comer o beber productos sin grasa o bajos en grasa en un intento por reducir las calorías podría ser contraproducente, ya que muchos de estos productos contienen una gran cantidad de azúcar refinada.
Si bien comer alimentos naturalmente ricos en grasas saludables puede funcionar para perder peso, agregar mucha grasa adicional no es útil. Las dietas ultrabajas en grasas, en las que la grasa comprende menos del 10% de las calorías, pueden tener algunos beneficios para la pérdida de peso.
Es posible que hayas escuchado que es mejor comer muchas comidas pequeñas durante el día para mantener tu metabolismo alto. Esto es un mito. En un estudio, los investigadores le dieron a dos grupos la misma cantidad de calorías en dos comidas grandes o repartidas entre siete comidas pequeñas. No encontraron diferencias en las calorías quemadas entre los dos grupos.
También se demostrado que comer muchas comidas pequeñas no resulta en una mayor pérdida de peso, en comparación con comer tres o menos comidas al día. El principal problema de comer colaciones o varias comidas pequeñas es que a menudo se consumen más calorías de las que el cuerpo necesita.
Aunque las personas necesitan crear un déficit de calorías para perder peso, la ingesta de calorías es sólo una parte del proceso. El hambre, el apetito y las hormonas que controlan el peso dependen de la comida que se consume. Estos factores pueden afectar la capacidad para lograr un déficit de calorías.
Por ejemplo, comer un paquete de galletas de 100 calorías no es lo mismo que comer 100 calorías de fruta. Las galletas están hechas de carbohidratos refinados, que pueden elevar los niveles de azúcar en la sangre y causar hambre. Por el contrario, la misma cantidad de calorías de los alimentos ricos en proteínas produce cambios hormonales que conducen a una mayor saciedad y a una reducción del apetito.
Además, la proteína tiene un efecto térmico más alto que los carbohidratos o la grasa, lo que significa que se queman más calorías durante y después de la digestión. Se sabe que la ingesta de calorías disminuye naturalmente al restringir los carbohidratos, y que la pérdida de peso es mayor en las dietas bajas en carbohidratos que en las dietas bajas en grasas.
Con información de Healthline