Saber que la alimentación que mantenemos tiene un efecto inmediato y a largo plazo sobre nuestra salud no es una sorpresa. Ya antes hemos hablado de cómo lo que nos nutre define nuestro estado emocional y salud física, y esta vez hay un estudio que se realizó durante 9 años que tiene una importante aportación en este sentido.

De acuerdo con el profesor Johan Thevelein del Centro para la Biología del Cáncer de Bélgica, el consumo constante de azúcar está relacionado con la presencia de cáncer; específicamente, con el crecimiento de los tumores. Esto ocurre porque la forma en que las células cancerígenas asimilan el azúcar está vinculada con la estimulación del crecimiento de los tumores malignos.

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Las células cancerígenas tienden a producir energía de manera distinta a las células saludables, y suelen necesitar más azúcar para sobrevivir. Una célula maligna tiene una tasa de consumo de glucosa 200 veces mayor a una célula normal. Al mismo tiempo, suelen asimilar el azúcar más rápido. Por eso, los científicos cuestionaron si este fenómeno, llamado efecto Warburg, podría estar relacionado con la velocidad tan extraordinaria con que los tumores cancerígenos pueden crecer. Y la respuesta fue afirmativa.

El efecto Warburg estimula el crecimiento de los tumores cancerígenos. Esta información no significa que el azúcar cause cáncer, pero sí que su consumo en exceso acelera el crecimiento de tumores malignos. Dado que el azúcar es una sustancia adictiva que está muy presente en nuestra dieta –más de lo que debería– recomendamos reducir su consumo y limitarla al mínimo. Una serie de hábitos alimenticios saludables en el día a día ayudarán a cualquier persona a mejorar su salud y a evitar complicaciones en el futuro.

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