La granada es la fruta del árbol granado. Éste crece del nivel del mar hasta los 1,100 metros y florece de abril a junio. Se cree que su origen es la región irano-turania, pero se ha neutralizado en la zona mediterránea e introducido en Sudamérica, Sudáfrica y Australia.

La granada es famosa por limpiar las arterias de los daños del colesterol. Además, se reconoce en ella su aportación de antioxidantes, potasio, calcio, magnesio y vitamina C. Todos estos beneficios son verdaderos. Sin embargo, hay quienes creen que la granada también ha sido partícipe de grandes campañas publicitarias para fomentar su consumo.

Por ejemplo, algunos de los detractores de su consumo argumentan que su capacidad para mejorar la calidad de los huesos y prevenir la osteoporosis nunca fue probada en humanos, sólo en ratones. Además, de manera similar a lo que ocurre con el aguacate, aunque en un principio el cultivo del árbol de la granada no representaba un riesgo para la naturaleza ni la economía, pues es dócil y crece con facilidad en climas templados, la demanda ha aumentado de tal forma que algunos cultivadores ya tienen problemas de abasto de agua.

Por otro lado, los defensores de las propiedades de la granada argumentan que las semillas de la granada –su parte comestible– pueden ayudan a reducir el proceso de envejecimiento del cuerpo, reducir la presión arterial, depurar el riñón y hasta lo reconocen como un poderoso afrodisiaco.

Insistimos en que no se trata de desacreditar la importancia de los alimentos como factores determinantes de la salud y calidad de vida de las personas, pues sin duda creemos fuertemente en ello. Sólo buscamos un punto medio entre los datos científicos y la publicidad en la que participamos todos los días. Lo importante es consumir lo que es mejor para cada uno de nosotros y cuidarnos todo el tiempo, mucho más allá de las modas o los estereotipos de cualquier clase.

¿Tú qué opinas sobre esta fruta y sus beneficios? 

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Fuentes: The Guardian

NHS

Authority Nutrition