Ya sea que quieras cruzar la meta de tu primera carrera, tener más potencia para tu entrenamiento o simplemente tener la fuerza de voluntad y la energía necesarias para levantarte de la cama y tener una sesión de sudor matutina, el éxito puede verse afectado por tu tipo de dieta. Si añades los siguientes ingredientes llenos de nutrimentos a tu alimentación, aumentará tu probabilidad de obtener resultados sorprendentes.
Kefir (o búlgaros)
Tiene más proteína y menos azúcar que el yoghurt, pero posee la misma textura cremosa, sabor acidito y probióticos. Estas bacterias saludables son benéficas para el sistema inmunológico y protegen contra el cáncer de colon.
Cómo puedes comerlo: sustitúyelo por el yoghurt en aderezos para ensaladas y smoothies o batidos. Puedes comprarlo o elaborarlo en casa mezclando dos cucharadas de yoghurt natural con leche y dejando reposar la preparación.
Jícama
Esta raíz crujiente y un poco dulce contiene inulina, una fibra que promueve la eliminación de grasa abdominal y que actúa como prebiótico para promover la formación de bacterias que mejoran tu salud estomacal. También es una excelente fuente de vitamina C, que fomenta la producción de colágeno y ayuda en el combate a las líneas de expresión.
Cómo puedes comerla: cocida o cruda en ensaladas, platillos salteados, tacos o mezclas de col. Y por supuesto, como se come típicamente: cubierta con limón y espolvoreada de chile piquín o en polvo.
Chía
Una cucharadita de estas semillas comestibles con sabor a nuez tiene tanta fibra como un tazón de avena, además del calcio, que ayuda a construir tejido óseo, y ácidos grasos omega 3, benéficos para el corazón. La chía también es una buena fuente de hierro, un mineral que la mayoría de las mujeres no consume en cantidad suficiente.
Cómo puedes comerla: en cereal, aguas, ensaladas y sopas. También sirve para espesar budines o platillos salteados, pues la semilla absorbe los líquidos y adquiere una textura gelatinosa.
Alga kelp
Ayuda a prevenir el cáncer de mama. Contiene una cantidad generosa de vitamina K, calcio y otros nutrientes esenciales. Su fibra natural, el alginato, contribuye a bloquear la grasa.
Cómo puedes comerla: en su versión en polvo, puedes añadirla a la hora de preparar albóndigas y sopas; en láminas puedes utilizarla como tortillas con muy pocas calorías (sólo 6 por porción). La puedes encontrar en tiendas de productos orgánicos o naturistas.
Cebada
Este grano dulce y con sabor a nuez es rico en niacina (ayuda a que tengas cabello y piel sanos) y lignanos que ayudan a prevenir el cáncer. Además, la soluble mantiene tus niveles de colesterol en un rango sano, lo que disminuye el riesgo de sufrir alguna enfermedad cardíaca.
Cómo puedes comerla: sustituyéndola por pasta, arroz o avena, o bien, sustituye hasta 1/3 de la harina que emplees para hornear con harina de cebada. También la encuentras en tiendas naturistas.
Ajo negro
El proceso de fermentación le brinda a este ajo un sabor dulce, a clavo y caramelo, además de que concentra sus antioxidantes naturales a casi el doble que el ajo crudo. Estos compuestos te ayudan a reducir los niveles de colesterol y el riesgo de cáncer, ¡y no te deja aliento de dragón!
Cómo puedes comerlo: en fondue, salsas, pizzas. Lo puedes encontrar en mercados y tiendas de productos orgánicos.