Dos alimentos con la misma cantidad de carbohidratos no siempre ocasionan la misma reacción en el organismo, esto se debe a que pueden tener diferentes índices glucémicos. El índice glucémico es en una escala del 1 al 100 para valuar qué tanto afecta un alimento a nuestra glucosa. Los carbohidratos regularmente se dividen en tres:

• i.g. bajo = < 35
• i.g. medio = 35 - 55 
• i.g. alto = > 55

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Los alimentos con un i.g. alto, como los azúcares o harinas refinadas, provocan un disparo en los niveles de glucosa del organismo, que se siente como un rush de energía seguido de mucho cansancio o pesadez. Estos picos son los responsables de que sigamos consumiendo azúcar refinada para mantener nuestra energía (por eso no puedes comer sólo una galleta y al poco rato quieres más), lo que a la larga puede ocasionar obesidad y otras enfermedades metabólicas como diabetes e hipertensión.

Ahora sabes por qué conocer el índice glucémico de los azúcares o carbohidratos que consumimos es importante. No se trata de dejar de comerlos sino de elegir los más saludables y con un i.g. más bajo. Además, estudios científicos recientes aseguran que los alimentos con un i.g. bajo no sólo evitan los picos de glucosa sino que pueden ayudar en el control de peso debido a que, al liberar sus azúcares más lentamente, son más saciantes y evitan el hambre.

Para que te hagas una idea te dejamos algunos ejemplos:

• Alimentos con i.g. bajo: frutas, verduras, semillas, quesos, yoghurt, carnes y pescados.
• Alimentos con i.g. medio: pan integral, arroz y pasta integrales, leguminosas, jugos de frutas y tubérculos
• Alimentos con i.g. alto: azúcares y harinas refinados, cerveza, mermeladas, dulces y repostería, etcétera.

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