Una alergia es una reacción o conjunto de reacciones del organismo cuando se expone a determinada sustancia que en condiciones normales no resulta nociva. Estas reacciones pueden ocurrir a nivel respiratorio, eruptivo, nervioso o digestivo y son indicadas por el sistema inmunológico. Es decir, cuando determinada sustancia entra en contacto con nuestro organismo —en el caso de las alergias alimentarias, cuando la comemos—, el sistema inmunológico emite una señal para que se desencadenen estas reacciones como una forma de “avisarnos” que existe algún peligro.
Sin embargo, la mayoría de las alergias, sobre todo las alimentarias, son en realidad una “confusión” del sistema inmunológico que ha clasificado erroneamente algún alimento como dañino y hace que el cuerpo reaccione a éste. El alimento en sí mismo no es dañino, pero la reacción sí puede llegar a ser peligrosa y en algunos casos, incluso mortal.
¿Cómo se relacionan los probióticos con las alergias?
Muy poca gente sabe que la mayoría de las células de nuestro sistema inmunológico se encuentran en el intestino y están íntimamente relacionadas con nuestra microbiota. Una microbiota desequilibrada podría propiciar que seamos más propensos a desarrollar reacciones alérgicas ante ciertos alimentos, mientras que una microbiota sana ayudará al sistema inmunológico a distinguir las sustancias dañinas de las no dañinas y a reaccionar o no en consecuencia. Es por ello que el consumo habitual de probióticos podría ayudar a reducir el riesgo de contraer una alergia o a disminuir la intensidad de las reacciones alérgicas por alimentos. ¿Quieres conocer otros beneficios del consumo de probióticos? Da click aquí.